Otro de los puntos más destacados de esta asamblea, en la que se puso de manifiesto la ruptura entre los partidarios del actual presidente y los de su antecesor Francisco José Alcaraz, fue la afluencia de socios, que este año alcanzó la cifra de 441, el doble del pasado año.
La asamblea finalizó a primera hora de la tarde con la votación de cuatro puntos: cuentas, presupuesto, plan de acción y gestión de la junta directiva.
Los cuatro puntos fueron aprobados por mayoría, según la portavoz de la AVT.
El asunto más polémico de la Asamblea fue la gestión de la junta liderada por García Casquero, quien relevó en abril de 2008 a Alcaraz tras cuatro años en el cargo.
La gestión económica de García Casquero, cuyo mandato concluye dentro de un año, contó con el apoyo de alrededor del 60% de los 400 votos registrados.
El debate de este punto se prolongó durante tres horas y se desarrolló en un clima de discordia que se tradujo en descalificaciones entre partidarios de uno y otro bando.
Entre los 441 asistentes y delegados estuvo José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de ETA, quien también mostró su descontento por la tarea del actual presidente.