En su informe Crecimiento y Desigualdad publicado ayer martes, la OCDE precisa que entre mediados de los 80 y mediados de los 90 sólo se redujo la fractura en los ingresos en España y Francia, y de forma muy significativa, mientras aumentó en 23 de los países miembros y se mantuvo estable en los cinco restantes.
Desde mediados de los 90 hubo una clara caída de las desigualdades en México y Turquía, mientras fue ligera en Grecia, Irlanda, Holanda y Reino Unido. España en esos años se situó en el grupo de 11 Estados en que no hubo cambios significativos, al tiempo que se acrecentaban las diferencias en otros nueve.
Pese a estas variaciones, el nivel de desigualdad en España se sitúa ligeramente por encima de la media de la OCDE (coeficiente de 0,32), netamente por encima de los países más justos (Dinamarca y Suecia con 0,23), pero muy por debajo de los más injustos: Estados Unidos y Portugal (0,38), Turquía (0,42) y México (0,47).
Los autores del estudio analizan en profundidad la evolución desde mediados de los 80 de la pobreza –entendida como nivel de ingresos inferior al 50% del nivel mediano de un país–, que sólo ha retrocedido en Bélgica y México.