Gallizo compareció ayer en rueda de prensa para explicar la cronología de los hechos que han conducido a la destitución del director, el subdirector y el administrador de la cárcel de mujeres, y a la apertura de expedientes disciplinarios a dos funcionarios de esta prisión, suspendidos también de funciones.
La adopción de estas medidas cautelares obedeció a que, según sus palabras, la dirección no actuó con la “celeridad necesaria” ni con “el altísimo nivel de exigencia” propio de Instituciones Penitenciarias ante la sospecha de esas conductas irregulares.
“No descarto que se haya producido nada”, ha respondido Gallizo al ser preguntada por la posible existencia de relaciones sexuales entre las reclusas y algunos funcionarios a cambio de prebendas, aunque sí ha dicho que no hay constancia de que se tratara de facilitar drogas a las internas.