Estas son algunas de las conclusiones de un estudio sociológico para el que, en febrero pasado, se entrevistó a más de 1.200 niños y niñas españoles de entre 6 y 12 años, y que viven en las comunidades autónomas peninsulares y en Baleares.
Según esta "Otra visión de la crisis", que así se titula el estudio, ella es la culpable de que sus padres quieran jugar menos con ellos, estén menos alegres, sonrían menos, se enfaden más o no quieran ir al parque con la misma frecuencia que antes.
De ahí que el 49 % recomiende a sus padres, ante una situación tan preocupante, también para ellos, que pasen más tiempo juntos, además de aconsejarles, en el 47 % de los casos, de que adopten una actitud más positiva ante la vida, "con más risas".
Niños y niñas reconocen que la palabra que más escuchan últimamente, de la que más se habla en casa (76,9 %), en el colegio (30 %), en la tele (82,8 %) o con los amigos (14 %), es "crisis", incluso por delante de otras que a ellos les atraen más, como los nombres de sus ídolos del balón Messi y Cristiano Ronaldo, segunda y tercera en el ránking.
El 9 % confiesa que la cuarta palabra de esa lista y que más escucha a diario es "paro", seguida por las palabras Rajoy, "hipoteca" e "indignados".
Murcianos, valencianos, catalanes, asturianos, aragoneses y cántabros son los que más escuchan a diario en su entorno hablar de la crisis, según el estudio, en el que los chavales coinciden en que si algo define básicamente la crisis es en "la falta de dinero y de trabajo".
Para el psicólogo infantil Francisco Rodríguez, portavoz del Instituto EOS, promotor del estadio junto a la consultora TNS y la empresa de alimentación Danone, los padres deben explicar a sus hijos la situación "de forma realista, sin dramatizar ni exagerar", y mostrarse "relajados".
"Los niños -afirmó en la presentación del estudio- son excelentes psicólogos, por naturaleza, y especialmente sensibles a lo que ocurre a su alrededor. Si ven que sus padres tienen estrés, ansiedad... ellos lo vivirán igual".
El 63,6 % de los niños y niñas preguntados confesaron que sus padres "a veces" hablaban de la crisis en su presencia, el 32,5 % "a menudo" y sólo un 3,9 % contestó que "nunca". Los padres extremeños, murcianos, aragoneses y madrileños fueron los que más lo hicieron; vascos y catalanes, los que menos.
La mitad encuentran ahora a sus padres más preocupados que antes, un 32 % más cansados, y de peor humor un 27,2 %. Un inocente 7,5 % cree que a sus padres "los jefes les ponen más deberes".
La consecuencia de ese cansancio es que juegan menos con ellos. Al 20,9 % les dicen con frecuencia que es mejor no salir y quedarse en casa.
El 33,8 % culpan a la crisis de que sus padres estén menos alegres y se rían menos, mientras que el 24,4 % tiene claro que es la causa de que se enfaden más con ellos. Para el 14,5 % se han vuelto aburridos.
Pero los más pequeños tienen soluciones para acabar con todo esto. De ahí que el 96 % esté convencido de que sus padres deberían mejorar sus hábitos de vida, "como cuidar su alimentación, dormir más, trabajar menos y practicar algún deporte", aunque no lo digan exactamente con estas palabras.
Recetas que son las mismas que ellos escuchan de sus padres. "Hacer en definitiva -insiste el psicólogo Francisco Rodríguez- lo que sus propios padres no se aburren de decirles que hagan ellos".
Por todo ello, les piden a padres y madres que "disfruten más de la familia", que jueguen más con ellos o que les den más besos y abrazos (19,8 %). O que sonrían más (46,8 %). Un 9,7 % quiere que trabajen menos, un 3,2 % que se busquen otro "curro" y el mismo porcentaje que o bien ahorren más o bien ganen más dinero.
Su compromiso para ayudar a hacer más soportable la crisis pasa por mejorar en cuanto a comportamiento (91,2 %), por ayudar "más" en casa (41 %) o hincar más los codos (34,5 %). Sólo un 4,7 % se propone "hacerles el desayuno" y un 4,1 % a no pedir caprichos.