Hace unos días me llamó la atención lo dicho por la Ministra de Defensa Margarita Robles, y es que “España ha cumplido con creces” su objetivo en torno al Brexit y este Gobierno de Pedro Sánchez, está logrando objetivos desde su minoría que nadie hubiera soñado.
Está superando todo tipo de acosos, tergiversaciones y manipulaciones .Le ocurre lo que a Susana Díaz, Presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a la reelección por el PSOE, en esta Campaña para las autonómicas a punto de finalizar esté siendo el blanco de toda la derecha en sus tres versiones y de la izquierda radical, de todos aquellos cuya gran aspiración es ser segundos de la fila.
De quienes niegan el crecimiento económico e igualdad social, de empleos con más dignidad y menos precariedad, de que la innovación esté en función de las personas y no de los intereses de los grandes grupos financieros, que existan unos servicios públicos de calidad e iguales para todos.
También le reprochan a Susana Díaz el que pretenda la mejor educación para la mejor Andalucía, que arbitre los medios necesarios para la igualdad efectiva de las mujeres, o que luche por una Andalucía verde y sostenible, en una España más solidaria, y con un Gobierno Digital, abierto y transparente.
Por eso, cuando se cumple con creces, se es consciente con humildad, las carencias que todavía hemos de superar, las maravillas y prodigios que descubrimos cuando vamos al grano y no nos andamos por las ramas, sabiendo medir nuestras palabras para no decir nada de lo que nos tengamos que arrepentir.
Hemos de disfrutar con creces, con elegancia, con porte y con señorío de las cosas que la vida nos ofrece. Y cuando llega un proceso como el que tenemos por delante el próximo domingo día 2 , en el que tenemos que decidir el futuro de Andalucía, saber elegir qué es lo mejor para nosotros como ciudadanos y ciudadanas.
Hay quienes, como los señores Moreno Bonilla o Marín, que están siendo testaferros de sus jefes de las alturas; Casado y Rivera, y utilizan a Andalucía como campo de experimentación, por lo que se les ve con creces las intenciones.
Entre confidencias, emboscadas, apoyos y defensas,a veces nos vemos desbordados por las circunstancias y otros atrapados por nuestros deseos de libertad y compromiso. . Vamos descubriendo que necesitamos que nos quieran para hacer revoluciones desde nuestros corazones.
Encontramos a sujetos incapaces de construir nada, y que se deprimen ante cualquier inconveniente en lugar de encontrarle el jugo a cada momento. Ponernos en estado de alerta y agotarnos para perder los nervios en lugar de encontrar la satisfacción serena de poder expresar lo que pensamos.
Nuestra confianza, con creces, en nosotros mismos resulta clave para nuestros éxitos, para transmitir lo mejor a los demás, para no darle a las cosas más importancia de la que realmente tienen., para diferenciar perfectamente entre habernos lucido o mostrarnos lúcidos.
Cuando nos encontramos al borde del descontento y el pesimismo, debemos analizar las cosas desde un punto de vista diferente, para sentirnos más resplandeciente que de costumbre y ver como se potencia y se fortalece nuestro poder de atracción.
Vivir sin ataduras, dispuestos a la aventura y sin tenerle miedo a lo desconocido, sabiendo a priori que hacer para resolver cualquier problema.
