Nos movemos entre la cantidad y la calidad. Entre cuanto tenemos y de qué forma lo disfrutamos. Estamos en unos momentos en el que los responsables políticos, están pendientes de los números, de las preocupaciones de los ciudadanos y ciudadanas, cuales sus preferencias y sobre todo hacia donde se decantan mayoritariamente en caso de ejercer su voto.
Por eso al fin y a la postre en la Política, el poder de la aritmética es determinante. Si Pedro Sánchez no hubiera logrado aglutinar la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados hoy no sería Presidente del Gobierno de España, y si Mariano Rajoy hubiera sido capaz de mantener el apoyo mayoritario, hoy no ejercería de Registrador de la Propiedad en Madrid.
Aunque decían los prebostes del PP que no ocurriría, el pontevedrés ya ha solicitado la asignación anual como ex Presidente al Ministerio de la Presidencia para poder cubrir los gastos de mantener una oficina, un coche oficial y personal de seguridad.
Y no me parece mal, todo lo contrario, hemos de dignificar la figura de los que han ostentado la máxima representación de España, al igual que ocurre en otros países democráticos. Lo que no me parece coherente es que se presume previamente de que Mariano no iba a hacerlo y eso no iba a ocurrir.
Desde la reflexión y la mesura comprobamos con calma y serenidad, creo que no le sacamos como País, todo el juego y el jugo que deberíamos a nuestros Presidentes. Desde una posición de Estado y bajo una óptica amplia y no condicionada podrían aportarnos muchas ideas para saber, lo que podemos y lo que no debemos hacer.
Creo que quien ha ostentado tan alta responsabilidad, debe tener una visión amplia y diferente de las cosas, para saber distinguir lo importante de lo urgente, y no tomarse demasiado en serio las tonterías y para situarse a la defensiva, teniendo otra perspectiva y sabiendo poner los pies en el suelo y no pecar de ingenuidad. En definitiva sentido de Estado.
También el poder de los números nos hace relativizar las lágrimas y las despedidas, al igual que los aplausos y los triunfos. Me refiero a los resultados en Andalucía o a cómo deben retratarse todos ante la propuesta de Presupuestos que va a presentar el Gobierno de España.
Nuestros principales bienes son nuestras ideas, razones y voluntades, nuestras seguridades y certidumbres, nuestras fortalezas y fragilidades. Además del poder de los números, tener proyectos nuevos y una gran facilidad para comunicarnos, es estar más cerca de conseguir nuestros objetivos. .
Entre preámbulos y postrimerías, no debemos precipitarnos a la hora de tomar decisiones, y cuando se nos presenten nuevas oportunidades, no adoptar las posiciones cerradas de siempre, y adaptarnos a los cambios, manteniendo una actitud positiva por muchos días grises y noches oscuras que nos invadan.
Siempre ante el poder de los números, tenemos nuevos retos pendientes, y aprendemos que la magia y lo interesante de nuestras vidas, lo solemos encontrar lejos de la comodidad. Somos conscientes que cualquier pesadilla puede terminar.
A base de vueltas y revueltas, todo suele acabar en nuestra rutinaria y pesada normalidad. De nuevo las ideas creativas surgen como esporas de nuestras cabezas. Vamos descubriendo que bajo el poder de los números y las cifras, hemos de estudiar todos los pros y contras, y no dejarnos llevar por el malhumor, la torpeza y la incompetencia.
