El avión solar pilotado por Bertand Piccard y André Borschberg llegó a Barajas desde Payerne (Suiza) el pasado 24 de mayo y aunque tenía previsto continuar su vuelo el día 28, tuvo que retrasar su salida debido al mal tiempo. Sin imprevistos ya, el avión ha despegado sobre las 05:30 horas de la mañana con la pretensión de alcanzar una altitud de 3.600 metros para dirigirse a Sevilla antes de cruzar el estrecho de Gibraltar a una altitud de 8.500 metros.
Esta travesía, que puede seguirse en directo a través de Internet, podría convertirse en la primera ruta intercontinental volando de día y de noche sin combustible y sirviéndose únicamente de la energía solar que favorece que el avión llegue a alcanzar los 100 kilómetros por hora con viento a favor.
Si todo prosigue de forma adecuada, el avión entrará en territorio marroquí esta madrugada y tras sobrevolar Tánger, tomará tierra en Rabat. En este sentido, el presidente del proyecto y piloto Piccard, será en encargado de pilotar el aparato entre Madrid y Rabat y además, tendrá que portar un traje especial contra el frío y una mascarilla de oxígeno ya que la cabina no está presurizada.
Aunque es la primera vez que se acomete un vuelo de estas características, la idea se remonta 7 años atrás, realizándose la primera prueba con el avión en 2009 mientras que, un año después, realizó su primer vuelo real consiguiendo estar en el aire 26 horas seguidas sin carburante. Esto es posible debido a las 12.000 células fotovoltaicas que cubren las alas recogiendo energía solar y transfiriendo a las cuatro baterías del aparato, lo que permite al avión volar durante 5 horas.
El proyecto, que responde a la invitación de la Agencia de la Energía Solar de Marruecos, planea la construcción de cinco parques solares hasta 2020 para generar una parte importante de consumo de electricidad.