El martes por la noche, una agencia de noticias divulgó el fallecimiento de Marcelino Camacho, el histórico sindicalista de Comisiones Obreras. Las ediciones digitales de todos los periódicos llevaron la noticia a sus portadas; sin embargo, en apenas una hora desapareció por completo, ya que fuentes del propio sindicato llamaron de inmediato para desmentir la noticia. No es la primera vez que sucede algo así. Todo lo contrario, es más común de lo que puede pensarse, sobre todo cuando se trata de grandes celebridades. En España hubo un tiempo en el que se daba por muerto al actor Antonio Ferrandis: lo habían matado tantas veces en las reposiciones de Verano azul que muchos terminaron aceptando su ausencia, aunque fuese como Chanquete. El propio Charles Chaplin asistió emocionado desde la habitación de un hotel a un documental de la BBC en el que se hablaba de su muerte y del legado que dejaba. Cuenta su hija que hasta soltó alguna lág
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