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Sábado 18/05/2024
 

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Os Maios: una tradición que conjuga en Ourense coplas, sátira y figuras ornamentales

Esta tradición, que se remonta a comienzos del siglo pasado, coincide con el primer domingo de mayo, con musgo, flores y 'carrabouxos'

Fiesta de 'Os Maios'.

Fiesta de 'Os Maios'.

Fiesta de 'Os Maios'.

Fiesta de 'Os Maios'.

La primavera ha llegado y, pese a las intensas lluvias caídas, Ourense ha dado la bienvenida a la nueva estación con su tradicional fiesta de Os Maios, una peculiar manifestación que se caracteriza por singulares construcciones ornamentales y las coplas llenas de retranca que evocan rituales mágicos-religiosos: el fin del invierno y el anuncio de la llegada de la primavera.

Esta tradición, que se remonta a comienzos del siglo pasado, coincide con el primer domingo de mayo, como cada año desde entonces, con una auténtica exhibición vegetal, repleta de musgo, flores y 'carrabouxos' -frutos mal formados del roble-, echando mano de la vegetación autóctona.

Una de las especificidades de Os Maios, declarada en la ciudad Fiesta de Interés Turístico de Galicia, pasa por una rigurosa planificación a fin de que el día propio estas construcciones se encuentren en un estado óptimo.

"Normalmente, empezamos a hacerlos dos o tres días antes. El primer paso es la confección de la estructura, que se puede hacer con listones o palos del monte y sacos de esparto, y los otros dos los dedicamos a la colocación del musgo y, por último, las flores", explican a EFE fuentes de la asociación de A Galleira, que creó uno de los Maios.

Una buena prueba de que nada queda al azar este día es la enorme dedicación que hay detrás de esta exhibición: "Hoy tocó madrugar para confeccionar el Maio, y es que cuanto más tiempo dediques a las flores y más se madrugue para coger flores frescas, mejor va a ser el resultado", añade.

Aunque los preparativos comienzan meses antes, lo habitual es dejar casi para el final los últimos retoques de estas construcciones, que suelen evocar elementos autóctonos, como 'cruceiros', hórreos, así como la tradicional pirámide cilíndrica.

María Fernández, profesora de uno de los centros educativos participantes en la actividad junto a diferentes asociaciones vecinales, subraya el ingente trabajo detrás de estas originales estructuras. En este caso, tardaron cerca de "un mes y medio" en preparar estas estructuras, en colaboración con toda la comunidad escolar incluidos, por supuesto, los alumnos.

El resultado ha sido la exbhición de cuatro Maios: dos infantiles y dos creativos, entre ellos, un 'cabaceiro' -un canastro primitivo, y uno que lleva, a su vez, otros tres más pequeños dentro del mismo.

Pero más allá de la llegada de la nueva estación, Os Maios son también un punto de encuentro social y también en una manera de reivindicar los últimos acontecimientos a través de cánticos cargados de sátira social y como no política.

Entre las coplas que se pudieron escuchar este año, no faltó la crítica hacia la política local y, en particular, hacia el Gobierno municipal en sus versos: "A cidade esmorece e a outros no lles vai mal co alcalde e os seus asesores no Goberno municipal (La ciudad desfallece y a otros no les va mal con el alcalde y sus asesores en el Gobierno municipal)".

O también: "E ninguén contento con este goberno que tira pra adiante sen ningún consenso (Y nadie contento con este gobierno que tira para delante sin ningún consenso".

Como novedad este año se sumó a los actos festivos la asociación de alfombristas del Corpus Christi, de Ponteareas (Pontevedra), que confeccionó una alfombra floral, que recreaba el rosetón de la Catedral de Ourense y que le sirvió para promocionar sus fiestas con el objetivo de promocionar sus propios actos festivos y religiosos.

Para ello, utilizaron "elementos típicos de Os Maios como son los 'carrabouxos', dos mil claveles, viruta de pino, cáscara de naranja seca", explica Miguel Angel García, presidente de la asociación de alfombristas del Corpus Christi, quien ha puesto en valor el trabajo previo realizado, desde meses antes y que ha permitido mostrar este rosetón.

El resultado: una ciudad engalanada de motivos vegetales como hórreos, personajes propios de la cultura gallega, a partir de musgo y flores, en pleno casco histórico, en concreto en los alrededores de la Plaza Mayor y la plaza de Santa Eufemia, a donde se trasladaron este año debido a la previsión de lluvia. 

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