Los trabajos con georradar impulsados por la Universidad de Jaén (UJA) para delimitar los refugios antiaéreos que se construyeron en la Guerra Civil han comenzado en la plaza de San Ildefonso, de la mano de José Antonio Peláez, del departamento de Física de la UJA; y el profesor Santiago Jaén, responsable del proyecto. “En plazas como la de San Ildefonso, en la prospección de georradar influye la colocación de diferentes firmes y el cambio de fisonomía que ha sufrido el lugar en los últimos años. La medida de campo se hace rápidamente, en dos horas. El procesado de la información es lo que lleva días”, dijo Peláez.
Se trata de una “técnica para descubrir el subsuelo sin agresión alguna”, según reconoció el edil de Cultura, José Manuel Higueras. “Hay bastantes refugios en la ciudad que se hicieron previamente a la Guerra Civil, pero también posteriormente. Se sabe de la ubicación de algunos por la tradición oral, pero a través de la tecnología podremos conocer ese mapa. Una vez cerrada la investigación, se habilitará una ruta en recuerdo del momento bélico que vivió la ciudad”, dijo.
A la vez, planteó que “sería un recurso histórico, un recuerdo y una visita que agregará más contenido cultural y turístico” al lugar en el que se localice. Higueras no descarta hacer visitables más refugios antiaéreos, como ya ocurre con el de la plaza de Santiago, “en función de dónde se encuentren y dependiendo de la agresión que tenga que realizarse al lugar”.
Los trabajos de este martes han continuado por la tarde en la plaza de El Pósito y Cruz Rueda; y este miércoles seguirán en La Merced.
El profesor Santiago Jaén concretó que el objetivo es “documentar, analizar y proponer la puesta en valor de los vestigios de la Guerra Civil en la provincia de Jaén”. Dijo: “Intervenir con el georradar nos permite localizar otros 33 refugios antiaéreos públicos que se construyeron, con el fin de ver su estructura y si siguen presentes”.
El refugio de la plaza de San Ildefonso es “uno de los pocos en los que cuando se acabó la Guerra Civil se llevó a cabo una reforma para convertirlo en urinarios públicos, aunque no se abrió”. De ahí que el profesor Jaén considere “interesante” ver si “efectivamente se llegaron a convertir en urinarios”.
Los expertos tienen documentación que confirma que “hasta el año 1959 en toda la provincia, existía una organización que mantenía en perfecto uso de utilización los refugios”.
La documentación habla “no sólo de mantener los refugios, sino de construir nuevos”. Algunos de los vestigios que perviven en Jaén “puede que se construyeran durante los años cuarenta y cincuenta”.
Antes de la geolocalización, los expertos han encontrado en los archivos documentación sobre qué tipo de fortificaciones se construyeron en la provincia. “Estamos viendo que fueron muchas”, avanzó.
La última semana del presente mes de octubre, en las jornadas de difusión de resultados, se hará pública la investigación. “Será muy interesante para generar riqueza económica a través del turismo de memoria, cada vez con más fuerza; y como propuesta didáctica y educativa. Cuando llevas a tus alumnos a un refugio o trinchera y les hablas de la Guerra Civil, salen más convencidos, mejor formados y el conocimiento se queda más tiempo con ellos”, puntualizó.
Los trabajos de geolocalización están enmarcados en el proyecto 'Identificación, análisis, catalogación y puesta en valor de la arquitectura militar defensiva de la Guerra Civil Española en la Provincia de Jaén: educación patrimonial y conciencia histórica', aprobado por el Instituto de Estudios Giennenses hace un año.