Aunque solo seamos dueños del presente y la mayoría de las veces a medias, cada día trabajamos intensamente para ganar el futuro y no retroceder al pasado, conque casi siempre, estamos asistiendo a un sueño lleno de incertidumbres. En esa búsqueda constante del equilibrio, nos vence la pereza y el desánimo, pero hemos de ser firmes y perseverar.
El mal teatro como la vida misma es la impostura y la falsedad . Nuestras actuaciones, con frecuencia, son más intuitivas que razonadas. , y no debemos dejar de escuchar lo que muchas veces intenta decirnos nuestro corazón con habilidad y mucha perseverancia.
Nos quejamos en ocasiones, cuando lo que tanto anhelamos lo tenemos al alcance de nuestras manos mientras que otras veces llenamos nuestras vidas de optimismos y alegrías inciertas. Queremos recoger sin sembrar, exigir sin comprometernos y conseguir objetivos sin esforzarnos lo más mínimo y más que ganar el futuro pretendemos que nos lo regalen.
La realidad y nuestra propia historia nos vuelve correctos y responsables o cómplices y culpables, en función del camino que elijamos. Nos mostramos fuertes y sólidos en lugar de indefensos y desconcertados. En nuestrocamino, saltan las alarmas cuando somos incapaces de controlar nuestros impulsos y nos dejamos llevar de promesas al viento.
Nuestras vidas han cambiado con el paso del tiempo, de pequeños lo que no nos inventábamos poniendo en marcha nuestra fantasía era aquello que nos contaban nuestros abuelos que eran enciclopedias vivientes con todo tipo de archivos y vivencias.
Damos un giro de 180º grados a nuestras vidas, desde lo conocido a lo desconocido, entre símbolos familiares y extraños disparates. Somos capaces de vencer todo tipo de resistencia, de aprender sobre todo lo que observamos, explorando lugares inalcanzables para otros y nos cuesta aplicar lo que sabemos y tragarnos sapos y culebras.
En el lado oscuro de cualquier historia, nos topamos con engreídos e irrealistas, con intentos de golpes de timones, superando caracteres obsesivos, mostrándonos receptivos y abierto hacia lo nuevo, encaminando nuestros pasos hacia la miel del triunfo que merecemos tener y que demasiados días es pura hiel del fracaso.
Casi siempre hay un momento, a partir del cual solo nos toca mejorar. Entre el misterio y el humor, papeles y puestas en escena, posesiones y dejaciones, propuestas y tentaciones, nos sentimos descansados y predispuestos o agotados y derrotados.
No debemos dejar de escuchar lo que muchas veces intenta decirnos nuestros corazones y procuramos actuar en consecuencia, sin cuestionar permanentemente nuestras decisiones. Entre actuaciones y representaciones,charlas,risas, disfrutes y compartires, hay experiencias que nos marcan profundamente.
Hay cosas que pasan inadvertidas por mucho jaleo que armen. Entre gritos y renuncias, tenemos que relajar nuestros temores y ver todo con más optimismo. La vida no es fácil pero tampoco podemos hacer de ella un infierno en el que nos empeñamos que las cosas no tengan solución.
Ante un futuro que aspiramos que sea nuestro, hemos de vacunarnos contra los usurpadores de éxitos y los ladrones de ideas, viven la película de los otros en un espacio de paraíso del engaño, sin desastrosos y caóticos, circunstanciales y azarosos, frenéticos y ruidosos, mitómanos y rufianes.
