Los trabajadores de la factoría sevillana optaron ayer por llamar la atención para reclamar a la Junta que intervenga en la difícil situación del astillero y reactivar la carga de trabajo, concretamente con 170 millones para construir los dos barcos que tienen contratados. Ante el silencio, ya habitual, varios de ellos, ataviados con chalecos salvavidas, decidieron tirarse desde el Muelle de la Sal, a la altura del puente de Triana, al Guadalquivir, para después dirigirse al Palacio de San Telmo, donde solicitaron sin éxito, que alguien les recibiera, especialmente el consejero de Economía, Antonio Ávila.
En el interior del Palacio, la consejera de la Presidencia de la Junta, Mar Moreno, reconocía las dificultades económicas para reactivar la carga de trabajo en el astillero hispelense y aseguraba que “no le consta” que la dirección de la empresa haya pedido a la Administración que inyecte cuanto antes liquidez ante un inminente peligro de cierre.
Mientras, la Federación de Empresarios del Metal de Sevilla, Fedeme, ha pedido abordar esta situación de bloqueo con el alcalde, Juan Ignacio Zoido, apuntando a la diversificación como única salida para la actividad del astillero, de forma que no sólo se construyan barcos sino que también se reparen. Fedeme ha recordado que la factoría le debe aún 25 millones a la industria auxiliar.