Después de siete años de silencio, que no de olvido, Danza Invisible vuelve a deleitarnos con su carrusel de éxitos y reaparece con un disco henchido de nostalgia y que tiene que ver mucho con Torremolinos: "Tía Lucía", con logradas adaptaciones en castellano de los temas favoritos de Danza Invisible en los años ochenta. Para comprender plenamente el significado de "Tía Lucía", nada mejor que resumirlo en las siguientes palabras extractadas de la página oficial del veterano grupo pop y vanguardista de la música andaluza:
"Tía Lucía era el nombre de la pizzería donde Danza Invisible iban a tomar algo a la salida de los ensayos… Tía Lucía es un homenaje a la radio del pasado, a aquellos temas que sonaban incesantemente en la juventud y que además de ser grandes éxitos eran buenas canciones… Estas canciones recuerdan a ese Torremolinos kitsch, pero auténtico, que desapareció hace muchos años y se ha transformado como por arte de magia al sonido de Danza Invisible".
Conozcamos, siquiera someramente y de nombre, a los personajes que han llevado y llevan lejos el nombre de Torremolinos en las voces de Danza Invisible: Javier Ojeda (voz), Chris Navas (bajo), Manolo Rubio (guitarra), Antonio Luis Gil (guitarra) y Ricardo Texidó (batería y coros hasta 1993). El grupo se formó en Torremolinos en 1981, fundado por Ricardo Texidó, Chris Navas y Manolo Rubio, los cuales provenían del grupo punk "Adrenalina". Posteriormente se incorporó Antonio Luis Gil y, finalmente, Javier Ojeda, en sustitución de Ricardo Texidó como vocalista principal.
Su primer premio como mejor grupo lo ganaron en el concurso de rock "Alcazaba", organizado por el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera. A raíz de ello grabaron su primer single con la canción "Mis ojos hacia ti". Pronto harían lo propio con su primer elepé, "Contacto Interior", en 1983, y tiempo después editarían su álbum "Lo mejor de Danza Invisible". "Maratón" vendría en 1985, y "Música de Contrabando" en 1986. En 1987 graban en vivo su primer disco doble: "Directo". En 1988, el álbum "A tu alcance", con el conocido tema "Sabor de amor". En 1989 graban su recopilatorio "1984-1989". En 1990, su álbum "Catalina". En 1991, "Bazar". En 1993 sale "Clima Raro". En 1995, su segundo directo, "Al Compás de la Banda". En 1996 graban "Por Ahora". En 1998, "En Equilibrio", con temas de otros artistas. En el 2000 dan a conocer "Grandes éxitos". En el 2001, "Al amanecer" y "Efectos personales". En el 2003 editan "Pura danza". Y, finalmente, tras siete años de ausencia, "Tía Lucía", en el 2010.
Danza Invisible pronto alcanzará los treinta años de permanencia en el firmamento musical. Se caracteriza particularmente por sus muchas y magistrales interpretaciones en directo, que es en lo que falla la mayor parte de los grupos, que se amparan más en la discografía que en la actuación en vivo. Danza Invisible es uno de los pocos grupos que ha sabido sobrevivir a la llamada "movida española", imponiendo su propio y perdurable estilo, que mueve a las masas. Dos etapas artísticas lo distinguen: la primera, por un sonido alternativo y vanguardista; la segunda, por un acercamiento a la música caribeña. Sea la etapa una u otra, lo cierto es que la música de Danza Invisible continúa gozando de gran aceptación entre el público, sin importar la generación.
Cerramos este recuerdo de hoy a Danza Invisible, de palpitante actualidad en Torremolinos y en toda España, con la jugosa letra de aquella su lejana canción, "Sabor de amor", lejana en el tiempo pero eterna en el corazón, inagotable piropo a la enamorada: "Sabor de amor, todo me sabe a ti. Comerte sería un placer porque nada me gusta más que tú. Boca de piñón, bésame con frenesí. Besarte es como comer palomitas de maíz. Corazón de melón, Venus salida del mar, del negro de un mejillón son tus ojos en su punto de sal. Sabor de amor, tu olor me da hambre. Si no estás, mi amor, moriré. Labios de fresa, sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión es el sabor de tu amor".