Aunque dejaron de comercializarse en 1991, en 1992 estos muñecos provocaron siete muertes y un accidente grave, lo que obligó a Fisher Price a advertir de este riesgo en una campaña pública.
El Instituto Nacional de Consumo, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social, ha hecho esta advertencia tras saber que recientemente en Canadá un niño de diez meses falleció por esta causa.
El accidente producido indica que existen consumidores que conservan todavía figuritas de este tipo, o las coleccionan, por lo que pueden ser objeto de comercio de segunda mano, advierte Sanidad. Por ello, el Ministerio pide a quienes posean esta clase de juguetes que los desechen para evitar que caigan en manos de menores, y aconseja a los coleccionistas que los mantengan siempre fuera del alcance de los niños.
Los Little People representan varios personajes (niños, un maquinista ferroviario, un perro y un padre) y tienen una base circular de unos dos centímetros, por lo que pueden producir ahogamiento en niños de menos de tres años.