Coincidiendo con el 425 Aniversario de la Sagrada Imagen y de los 25 años de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Oliva, la Santa Sede ha tenido a bien conceder a la Hermandad la celebración del Año Jubilar que, desde el 10 de agosto de 2021 y hasta el próximo 24 de agosto de 2022, concede la indulgencia a los feligreses que cumplen con los preceptos dictados por la iglesia.
Esta concesión permite a los creyentes recibir la gracia visitando a la Virgen, confesando y comulgando; y conseguir la indulgencia para la persona o para sus seres queridosUna gracia solicitada por la Hermandad de Nuestra Señora de la Oliva Coronada, a través del Obispado, que ha sido otorgada por el Vaticano y recibida con gran entusiasmo por la entidad religiosa y por el pueblo de Vejer que, a pesar de la difícil situación impuesta por la crisis sanitaria del coronavirus, se afana en llevar a cabo el programa presentado en su candidatura.
“El objetivo de la Hermandad en el Año Jubilar es acercar la Virgen al pueblo y lo hacemos a través de convivencias, visitas a Vejer, peregrinaciones y cultos tanto internos como externos; además de con una exposición itinerante que se pondrá en marcha próximamente”, explica Manuel Domínguez Cantillo, hermano mayor de la Hermandad que cumple ahora un año de mandato; un hombre de iglesia cuya vinculación a la Hermandad, a la Virgen de la Oliva y la iglesia se remonta décadas atrás “por tradición familiar y por el simple hecho de ser vejeriego”, reconoce Cantillo.
Concesión de la indulgencia
“La celebración del Año Jubilar son unas gracias que la iglesia concede a los cristianos, consistentes en la indulgencia que es como el perdón de los pecados en confesión, pero que además borra el pecado del corazón”, explica el hermano mayor. “Esta concesión permite a los creyentes recibir la gracia visitando a la Virgen, confesando y comulgando; y conseguir la indulgencia para la persona o para sus seres queridos”, añade. Y ahí reside el privilegio de poder celebrar el Año Jubilar y el empeño de la Hermandad y de sus aproximadamente 1.800 hermanos, no sólo de Vejer, sino de otros municipios -pero todos con ascendencia vejeriega- de acercar la Virgen y la iglesia a la gente.
De hecho, la actividad tradicional de la Hermandad tiene como fin principal el culto a la Virgen y al Santísimo, como todas las asociaciones de la iglesia. Paralelamente, explica Manuel Domínguez Cantillo, “tenemos una función social en el pueblo, una labor cultural y solidaria”, que se remonta siglos atrás.
Y es que tal y como rezan las paredes del Santuario de La Oliva, cuenta Cantillo, “desde el siglo XIII ya hay datos de la existencia de la Virgen y de los cultos, como por ejemplo en el cuadro de la Batalla del Salado, de donde parten las advocaciones marianas en esta zona”. “Fueron agradecimientos a la Virgen por haber ganado una batalla u otro hecho histórico similar. En Vejer fue el nombre de Oliva, sinónimo de Paz: La Paz después de la Guerra”, relata el hermano mayor. “Después ha habido momentos en el que personalidades han impulsado la construcción del Santuario, pero la Virgen siempre ha estado aquí”, sentencia.
Actividad de la Hermandad
La inauguración del Año Jubilar tuvo lugar el día 10 de agosto de 2021 con la visita de la Nuestra Señora la Virgen de La Oliva Coronada a Vejer y la celebración de la Novena con motivo de la Velada de Agosto. “A pesar de la pandemia, conseguimos iniciar la celebración y estamos realizando otras actividades como una exposición itinerante que visitará todos los núcleos rurales del municipio y localidades vecinas, compuesta de paneles explicando la historia de la talla, festividades, la tradición en torno a la Virgen, etc.”, explica Manuel Domínguez Cantillo. “Además, tenemos la peregrinación al Santuario el primer sábado de cada mes, un ciclo de conferencias con temas marianos que empezaremos a retomar en breve; y dos proyectos muy interesantes: uno de ayuda escolar a niños necesitados, con clases particulares; y otro de acompañamiento a mayores que esperamos poder retomar cuando pase la crisis sanitaria”, añade.
Una crisis que ha azotado fuertemente a la Hermandad: “El hermano mayor anterior falleció de COVID y otros hermanos lo han pasado mal”, declara Cantillo, por lo que la actividad de la entidad se ha visto mermada, “en estos tiempos atípicos y distintos en los que todos nos hemos adaptado a las nuevas normativas para tomar las máximas precauciones”.
Los actos centrales del Año Jubilar coinciden con las festividades de la Virgen de La Oliva: por un lado, el 7 de Mayo, Día del Patronazgo en el Santuario, que está previsto que la Virgen visite a Vejer del 7 al 22, celebrándose una misa en la calle el día 15; y el 15 de agosto, cuando se coronó canónicamente a la Virgen de la Oliva, día de la Asunción de Nuestra Señora y el día más grande para todos los vejeriegos. En ambas fechas, la Patrona de Vejer visitará el pueblo.
De hecho, desde tiempo inmemorial todos los años la Imagen de la Virgen, el día de 10 de agosto es traída a hombros desde su Santuario a la Iglesia Parroquial del Divino Salvador donde está erigida canónicamente, para celebrar las fiestas patronales, con la procesión de Nuestra Señora el día 15 de agosto, Festividad de la Asunción y de todas las Olivas vejeriegas, regresando el 24 de agosto de nuevo al Santuario donde permanece durante todo el año.
“Este año queremos acercar más aún la Virgen al pueblo, a los barrios y a los vecinos”, afirma el hermano mayor. “Alrededor de la virgen siempre ha habido convivencias y momentos entrañables, es la idiosincrasia de nuestra gente”, añade.
Mensaje e invitación
Para finalizar, la Hermandad quiere enviar un mensaje de agradecimiento tanto al Ayuntamiento como a Diputación por su compromiso y colaboración con la entidad; así como a todos los hermanos y vecinos de Vejer que están permitiendo con su ayuda y donaciones restaurar el patrimonio de la Virgen de la Oliva. “En la actualidad, estamos restaurando las coronas que nuestra Madre lucirán el 7 de mayo y el 15 de agosto”, anuncia el hermano mayor, quien invita “al pueblo, feligreses, seguidores y creyentes de la Virgen a que participen y vengan a conseguir la indulgencia, y se sientan arropados por nuestra madre”, haciéndoles un ofrecimiento de la Hermandad “para lo que necesiten, por que la Virgen nos ayuda y protege, nos cuida y ampara”.