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Lunes 18/11/2024
 

Valencia

El mando militar pide paciencia: Hacen todo lo que pueden en 69 municipios

Pide "paciencia" ante una situación caótica que complica el trabajo de los 7.800 militares que "hacen todo lo que pueden y están doblando turnos"

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  • El general jefe de la UME, Francisco Javier Marcos. -

El teniente general de la UME Javier Marcos, al mando del despliegue militar ante la emergencia por la dana en Valencia, ha pedido "paciencia" ante una situación caótica con una "terrible destrucción de infraestructuras" que complica el trabajo de los 7.800 militares sobre el terreno que "hacen todo lo que pueden y están doblando turnos".

En rueda de prensa desde el Palacio de la Moncloa junto con la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano, el mando ha informado de la respuesta militar a la emergencia tras la séptima reunión del Comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la dana, presidida por el rey en el cuartel general de la UME, situado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Según los datos aportados, ahora mismo hay 6.600 militares que participan directamente en la operación y esta tarde, a las 20:00 horas, serán 7.800, aunque ha indicado que hay "muchos más" trabajando en apoyos logísticos.

"Hemos estado y seguimos estando" en los 69 municipios de la zona, en las carreteras, los puentes y las casas aisladas, ha asegurado el jefe de la UME, al tiempo que ha lanzado un mensaje a los afectados: "No nos dejamos una casa atrás. Conozco bien a mis soldados; se están dejando la piel en cada momento".

Pero el daño en la zona es "terrible" y eso hace que la movilidad sea limitada y aumente la complejidad. Por eso, ha explicado, hay que ser "disciplinados" y "tener paciencia" porque el aluvión de ayuda que llega a la provincia de Valencia "hay que gestionarlo con corazón y con cabeza".

El teniente general ha garantizado que las Fuerzas Armadas están desde el primer momento con todas sus capacidades al servicio de la Comunidad Valenciana y ha explicado que, en un escenario 2, es la comunidad quien dirige la emergencia.

Ha asegurado que la UME seguía la situación meteorológica desde el primer momento y que cuando vio "la que se podía venir encima", en primer lugar, ordenó inmediatamente el despliegue adelantado de los 500 militares del batallón número 3, localizado en Bétera (Valencia), para que cuando la autorización llegara, pudiesen entrar. Tardaron 15 minutos en salir, ha dicho.

"Estábamos preparados, alertados y dispuestos a intervenir cuando tuviéramos luz verde", ha subrayado.

En cuanto tuvieron esa luz verde para intervenir en el resto de la provincia, ha proseguido, mil militares se desplazaron durante toda la noche para que al amanecer "el pueblo de Valencia viera que las Fuerzas de Seguridad estaban ahí".

Ha admitido que es cierto que no intervinieron rápidamente, pero lo hicieron -ha recalcado- "lo más rápidamente posible". La razón, ha dicho, es que la meteorología impidió esa actuación inmediata y que es importante el orden y la disciplina. "No podemos añadir caos a lo que es una situación caótica", ha advertido.

Marcos ha reiterado que los militares desplegados están haciendo todo lo que pueden, con turnos durísimos de 12 horas y cumpliendo su misión de servir.

La búsqueda y el rescate de desaparecidos, el apoyo logístico a la población, la apertura de vías, el achique de agua para evitar las consecuencias sanitarias que pudiera tener su deterioro o el colapso de las alcantarillas o el acompañamiento a los afectados y a los familiares de las víctimas con un centro de apoyo puesto en marcha ayer son las prioridades de las Fuerzas Armadas.

"No dejamos una calle sin remover, una puerta sin abrir", ha asegurado, al tiempo que ha justificado que en alguna ocasión su ayuda se puede demorar en puntos concretos donde la emergencia no es vital porque deben priorizar.

Tras recalcar la complejidad de la situación, ha recordado al mismo tiempo que las Fuerzas Armadas están poniendo todas las capacidades para achicar el agua en el aparcamiento del centro comercial de Bonaire (Aldaia), donde hasta el momento no han aparecido víctimas, pero ha alertado de que hay millones de litros. 

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