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Miércoles 27/11/2024
 
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Torremolinos

El alcalde destaca el papel de la Junta Pro-Autonomía en la independencia de Torremolinos

En su discurso institucional pronunciado el pasado sábado en la Plaza de la Independencia

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  • Día de la autonomía -

La emoción en el recuerdo a quienes formaron parte de la Junta Pro- Autonomía y ya no viven, así como el reconocimiento expreso a quienes, formando parte de aquélla, asistieron al acto que tenía lugar en ese momento, marcaron buena parte del discurso institucional pronunciado ayer tarde en la Plaza de la Independencia por el alcalde, Pedro Fernández Montes, en el acto conmemorativo del vigésimo sexto aniversario de la autonomía municipal.

 

La interpretación de unos pasodobles por parte de la Banda Municipal de Música de Torremolinos sirvió de prólogo al discurso del alcalde, Pedro Fernández Montes, quien, desde la privilegiada atalaya de quien fue protagonista excepcional del proceso, a partir de su condición de presidente de la Junta Pro Autonomía, centró su intervención en el recuerdo de los momentos esenciales vividos en el proceso de reivindicación concluido felizmente con la recuperación de la autonomía.

 

Así, comenzó su intervención significando que “este año 2014, se cumplen 35 años de la fundación en 1979 de la Junta Pro-Autonomía de Torremolinos por un grupo de vecinos de muestro pueblo que, recogiendo el sentimiento de muchos torremolinenses de nacimiento o adopción, estaba destinada a gestionar el proceso de independencia de nuestro pueblo”, y añadió que “para algunos, especialmente los más jóvenes, 35 años parecerá mucho tiempo, para otros menos jóvenes no tanto, pero, para los que tuvimos la suerte de formar parte de aquella Junta, y vivir intensamente el proceso, los recuerdos siguen estando tan grabados a fuego en nuestras mentes que nos puede parecer que no han pasado tantos años”.

 

Pedro Fernández Montes dijo a continuación que “el  principal recuerdo que tenemos es que no fue fácil. Fueron 9  años en los que tuvimos que superar muchas dificultades y vicisitudes, empezando por nosotros mismos, los torremolinenses”, y abundó en su relato en los siguientes términos:

 

“Recuerdo muy bien que cuando comenzamos a realizar nuestra labor de concienciarlos,  los más entendidos e ilustrados nos decían que estábamos locos, que jamás lo conseguiríamos, porque dadas las circunstancias políticas y económicas, Málaga nunca permitiría que Torremolinos se segregara. Sin embargo, el pueblo llano, en su sentido más noble, desde un principio creyó en nosotros, en la Junta Pro-Autonomía, y eso fue lo que nos dio ánimo y fuerza para iniciar un camino que se presumía largo y difícil, sobre todo porque 11 años antes, en junio de 1968, habíamos tenido un fracaso en el intento de conseguirlo por medio de una Gestora, que ni siquiera llegó a constituirse porque la asamblea para ello, prevista de celebrarse en el Hotel Alay, que entonces se consideraba como una extensión de Torremolinos, fue abortada abruptamente por la policía gubernativa. Y fue tan accidentado --prosiguió en su relato el hoy alcalde- , que muchos de los asistentes salieron apresuradamente y más de uno saltó por la ventana. Eran otros tiempos donde funcionaba la censura y la prensa no dio detalles. Pero en base a ello,  algunos que no estuvieron allí porque ni siquiera habían venido a vivir a Torremolinos por aquel entonces;  con total descaro y desvergüenza se han atrevido a desmentir por escrito este hecho. Naturalmente -explicó a continuación Pedro Fernández Montes-, esto indigna a los que estuvimos allí. Y digo estuvimos porque yo sí estuve, y con el tiempo personalmente consideré que aquel acto no fue en vano porque aprendí una lección. Aquella frustrada Gestora iba a estar compuesta por unas veinte personas, de las cuales muchas ni siquiera vivían en nuestro pueblo y sólo tres habíamos nacido en Torremolinos. Es decir, el árbol de la independencia tenía demasiadas raíces superficiales y muy pocas raíces torremolinenses, y un simple viento en forma de prohibición por parte del Gobernador  Civil, se llevó aquella Gestora por delante”.

 

Quien fuera presidente de la Junta Pro Autonomía, hoy alcalde de Torremolinos, desveló entonces que “la lección fue que cualquier nuevo intento de independencia tenía que ser con gente nacida o arraigada en Torremolinos y con savia nueva,  porque las dos generaciones que abarcaron los 44 años transcurridos desde nuestra anexión a Málaga en 1924, habían caído en la pasividad, la indolencia y el conformismo en que la anexión a Málaga era irreversible”.

 

Dijo el primer edil que “cambiar eso fue lo que intentamos en 1979 un grupo de hombres y mujeres, amparándonos en nuestra  Constitución de 1978, que dio paso a las primeras elecciones municipales en Málaga en abril del año siguiente, las cuales ganó el Partido Socialista que, en su Programa para el Distrito de Torremolinos, como entonces nos llamábamos, decía, y cito textualmente, prometemos la autonomía municipal de Torremolinos. Y lo digo sinceramente, incluso los que no estábamos ideológicamente identificados con el Partido Socialista; en lo que a Torremolinos concernía,  habida cuenta que unas elecciones municipales no tienen la carga ideológica de una generales; nos alegramos de esa victoria porque creímos que se abría una seria posibilidad para nuestra independencia, y naturalmente los intereses de nuestro pueblo estaban por delante de nuestras afinidades políticas”.

 

Recordó seguidamente Pedro Fernández Montes que, transcurridos tres meses desde la constitución del nuevo ayuntamiento de Málaga, “no se oyó una sola palabra de autonomía para Torremolinos. Entonces,  un grupo de vecinos dijimos que no podíamos quedarnos sentados esperando y creímos que lo más conveniente era crear una asociación, primero para exigir al Partido Socialista que cumpliera su promesa electoral y, en cualquier caso, seguir adelante porque la Constitución recogía dicha posibilidad como un derecho, naturalmente cumpliendo una serie de requisitos”.

 

El alcalde explicó a continuación que “nos pusimos en contacto con todas las asociaciones, peñas y entidades de Torremolinos y con los partido políticos con representación en Torremolinos, incluidos los Partidos Socialista y Comunista que coaligados gobernaban en Málaga”, de tal manera que “el 11 de julio de 1979, con asistencia multitudinaria y mucha ilusión, se celebró una reunión en el Hotel Cervantes donde se acordó crear una asociación con personalidad jurídica propia, que se llamara Junta Pro-Autonomía de Torremolinos. Personalmente, me permití indicar que la asociación no podía tener sólo carácter jurídico y por ello propuse la redacción de un Manifiesto que fijara una serie de normas y principios éticos y estratégicos que todos debíamos cumplir, lo cual fue aceptado y por unanimidad se aprobó que yo fuera el ponente del Manifiesto y que trajera un borrador del mismo a la siguiente reunión”. 

 

“No me costó mucho -dijo Pedro Fernández Montes-, porque como he explicado en mi libro sobre la Historia e Independencia de Torremolinos, (que después de este acto se va a entregar a aquellos que no lo tengan), el borrador de Manifiesto ya lo tenía redactado desde 1968 después de la fracasada asamblea en el Hotel Alay”.

 

En cuanto a los detalles del referido borrador, el alcalde señaló que “tenía 14 puntos, pero por reticencias políticas de no aceptarlo tal cual, se tuvieron varias reuniones para al final hacerle algunas pequeñas correcciones de estilo  sin afectar al fondo, y refundirlo en 12 puntos, y una vez sometido a votación en la reunión celebrada el 16 de agosto de 1979 hubo absoluta unanimidad por parte de todos los asistentes,  por lo cual se convocaron a todos los medios de comunicación que seguían el asunto con interés, para la firma solemne del Manifiesto al día siguiente en el mismo Hotel Cervantes”, y recordó también “la sorpresa de todos los asistentes cuando, justo antes de proceder a la firma del Manifiesto, en contra de lo que habían venido haciendo en todas las reuniones y manifestando públicamente, tanto el Partido Socialista como el Partido Comunista dijeron, y cito textualmente: ‘que por cuestiones de óptica y política interna y de disciplina de partido’, no firmarían el Manifiesto.

 

Naturalmente –continuó-, aquello lo cambiaba todo. Porque si el PSOE hubiera cumplido su promesa del Programa Electoral, y por tanto desde el Ayuntamiento de Málaga hubiera dado su consentimiento a la autonomía municipal de Torremolinos, el proceso hubiera sido fácil y rápido. Por el contrario, su oposición a nuestra independencia, como después se constató cuando votó en contra de ella, suponía un largo, difícil y tortuoso camino jurídico y, sobre todo político, porque tanto en Málaga como en Andalucía como en España gobernaba el Partido Socialista”.

 

Pedro Fernández Montes afirmó a continuación que, “evidentemente, fue un golpe terrible para las ilusiones de la gran mayoría de los torremolinenses. Pero no nos arredramos por las batallas jurídica y política a las que nos tendríamos que enfrentar, y nos pusimos manos a la obra para cumplir con los tres principales supuestos que exigía la Ley:

 

- Primero, Territorio, que era muy fácil pues sólo requería reproducir el mapa con el mismo territorio que Torremolinos tuvo hasta 1924. Era simplemente una reivindicación histórica.

 

- Segundo, Voluntad popular, que no fue tan fácil recoger las firmas de los vecinos que superaran el 50 por ciento del Padrón Municipal, porque éste se encontraba muy desfasado, con personas que ya no vivían en Torremolinos y por tanto no podían firmar, y por el contrario muchas personas que sí vivían en Torremolinos no estaban en el Padrón., y tampoco podían firmar. A pesar de ello la recogida de firmas fue un rotundo éxito pues superó el 70 por ciento de los empadronados.

 

- Y tercero, Autosuficiencia económica que fue muy difícil pues el Ayuntamiento de Málaga era el que tenía todos los datos y se negó en rotundo a facilitarlos. Pero, finalmente, con mucho trabajo y esfuerzo pudimos articular un presupuesto, que superó el minucioso y exhaustivo examen de los técnicos de la Junta de Andalucía, tras lo cual no tuvieron más remedio que informar que Torremolinos recaudaba suficientes ingresos que garantizaban su autosuficiencia económica.

 

Con ello, se cumplían los tres requisitos básicos para que se nos concediera la independencia municipal”.

 

Después de “llamar la atención de que si no hubiésemos sido económicamente autosuficientes, jamás nos hubieran dado la independencia”, Pedro Fernández Montes se interrogó en el sentido de que “¿cómo es posible que actualmente tengamos dilucidándose en los tribunales una deuda de 17 millones de euros que nos reclamó el Ayuntamiento socialista de Málaga en 1992 cuando en Torremolinos también gobernaba el Partido Socialista”, y añadió que “lo reclamó presentando los gastos que había tenido en Torremolinos durante el traspaso de competencias, con la desfachatez de hurtar los ingresos de dicho periodo y de los muchos años que Málaga no gastó en Torremolinos más del 30 por ciento de lo que recaudaba, por no mencionar lo que supondría la factura del agua que se estuvo llevando gratis.  Pues es posible que se esté dirimiendo este pleito,  porque en su momento no se quiso o no se supo defender adecuadamente. Esperaremos acontecimien-tos”.

 

En este punto, el hoy alcalde de Torremolinos quiso retomar el hilo conductor del inicio de su intervención, y recalcó que “hoy prima el 35 aniversario de la constitución de la Junta Pro-Autonomía y de los hombres y mujeres que un día emprendieron y coronaron con éxito la aventura más bonita que se puede tener en la vida, como es luchar por conseguir la independencia de tu pueblo, para que las generaciones venideras tengan un futuro mejor, como así ha sido y el tiempo lo ha sobradamente demostrado.

 

Y me van  a permitir –continuó Pedro Fernández Montes- volver al principio cuando me referí a la inexorabilidad del tiempo, porque esta tarde creo oportuno evocar y rendir homenaje a aquellos compañeros nuestros, que unos antes y otros más tarde, se fueron y ya no están entre nosotros, son: Isabel Manoja Serra, nuestra querida Coordinadora; Francisco Cabrera Cerdán; Antonio Fernández Jiménez; Manuel Flores Cruzado; Francisco González Leal; Antonio Gómez Guillamón; Francisco Gómez Pérez; Ernesto López Serrano; Antonio Márquez Zaragoza; Antonio Muñoz de la Rosa; Roberto Olarra Pappalardo y Gilberto Peña Ferre”. 

 

El alcalde pidió entonces un aplauso de los presentes en homenaje a los citados, a quienes Pedro Fernández Montes también dijo querer dedicar “nuestro más entrañable recuerdo”, como hizo seguidamente con quienes “no pueden estar aquí esta tarde por motivos de edad o enfermedad: Elena Alarcón Ruíz, Salvador Alarcón Mercader y José Fernández Montes”

 

Por último, Pedro Fernández Montes concluyó su intervención señalando que “evidentemente, como Alcalde me estoy dirigiendo a todo el pueblo, pero en esta ocasión quisiera hacer una dedicación especial dirigida a los compañeros de la Junta Pro-Autonomía de Torremolinos que esta tarde sí que están aquí con nosotros celebrando su y nuestro 35 aniversario, para agradecerles su presencia y para decirles una vez más que para mí fue un gran honor que me eligieran como su Presidente, y que todos debemos estar orgullosos de haber sido, junto con el pueblo,  los principales actores en la consecución de nuestra autonomía municipal; y también debemos estar llenos de satisfacción por, familia aparte, haber  logrado el mayor anhelo de nuestras vidas, como fue conseguir la independencia del pueblo que nos vio nacer o nos acogió como hijos suyos: Torremolinos. Muchas gracias a todos”.

 

Concluida la intervención del primer edil, refrendada por un aplauso unánime de los presentes, y después de la solemne interpretación de los himnos de Andalucía y España, fueron los componentes del  de Esperanza Márquez los encargados de poner broche de oro al acto, con la interpretación de varias piezas de baile flamenco.

 

Finalmente, se hizo entrega a quienes lo solicitaron de un ejemplar del libro “Historia de Torremolinos e Independencia de Torremolinos. XXV Aniversario. 1988-2013”, editado por el propio Pedro Fernández Montes, que constituye sin duda un documento imprescindible para el conocimiento cierto del ayer de Torremolinos, y especialmente de la gesta de la que hoy mismo se conmemoran 26 años.

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