Hasta ahora, entre las vías públicas con que el municipio de Torremolinos honra a ilustres personas que en algún aspecto y a lo largo del tiempo se destacaron por su meritoria labor en pro del pueblo, hemos considerado, con una sucinta reseña biográfica de los personajes, las calles de: Castillo del Inglés (Mr. George Langworthy), Carlota Alessandri, Antonio Girón, María Barrabino, Manuel Blasco y el Maestro Solano. El crédito de cuanto aquí exponemos es de Juan Trujillo Serrano, autor del compendio "Callejero e Historia de Torremolinos", obra concisa, documentada, muy completa e imprescindible en la biblioteca familiar de todo torremolinense. De tal didáctica obra hemos extractado el material para confeccionar esta serie de artículos que no tienen otra motivación que la de avivar el recuerdo de algunas de las personas que contribuyeron a promocionar y ensalzar el nombre de Torremolinos.
Mujer muy entrañable en el Municipio fue Isabel Manoja, quien desde su puesto en la Junta Pro Autonomía de Torremolinos trabajó incansablemente junto a sus paisanos por la Independencia del pueblo, conseguida en aquel glorioso 27 de Septiembre de 1988. Un busto en bronce a su memoria se yergue en el mismo centro de la avenida que lleva su nombre. Nació la ilustre dama en 1942, en Torremolinos, en el céntrico molino propiedad de su familia. El molino, movido por las aguas del cauce que descendía desde los manantiales, se dedicaba habitualmente a la molienda de trigo y posteriormente a la de lentejas para la empresa malagueña que elaboraba el famoso Ceregumil. Después de 1923 fue desmantelada su industria y quedó el caserón como vivienda de la familia Manoja. Durante los nueve duros años de lucha del pueblo torremolinense por conseguir su emancipación de la capital malagueña, fue sede de la Junta Pro Autonomía de Torremolinos. Aún se conserva, renovada, su estructura, hoy dedicada a actividades comerciales, junto a la Plaza Costa del Sol y frente a la calle Cauce.
Isabel Manoja colaboró arduamente en la recuperación de las tradiciones del pueblo, particularmente en las de las procesiones de Semana Santa y la Romería, hoy reconocida como la primera romería urbana de España y contada entre las más multitudinarias, con las del Rocío y la Virgen de la Cabeza. En mayo de 1988, cuatro meses antes de alcanzarse la Independencia municipal por la que el pueblo luchó sin tregua, Isabel Manoja, Isabelichi para los suyos, se fue para siempre un 19 de Mayo de 1988. El Municipio, agradecido, rebautizó con su nombre la antigua avenida Imperial.
En una redacción que compuso para el boletín "La Voz de Torremolinos", recuerda Isabel Manoja a su antigua maestra, Doña Antonia Miret. Ejerció Doña Antonia su docencia en Torremolinos en los años veinte. Es una lástima que hasta el presente no hayamos podido conseguir datos biográficos de tan insigne persona. En una entrevista que hicimos a su hija Adelaida Gonzalez Miret un mes antes de fallecer en el 2009, a la edad de 96 años, quedamos en que en una próxima visita abordaríamos, gracias a su aún prodigiosa memoria, el tema de la biografía de su añorada progenitora. La calle dedicada a la Maestra Miret, en pleno centro de Torremolinos, se abre frente a la Plaza de Picasso, en la avenida de los Manantiales.
Célebre personaje nacido en Torremolinos en 1838 fue el pintor Horacio Lengo Martínez. Realizó estudios en las academias de Bellas Artes de San Telmo y San Fernando, bajo la dirección de prestigiosos maestros, entre los que destaca Serafín Martínez Rincón. En 1872 Lengo fue nombrado secretario de Bellas Artes del Liceo de Málaga y dos años después se trasladó a París para asistir al taller del maestro pintor León Bonnat. De regreso a España en 1882, se instaló en Madrid. En 1890, una penosa enfermedad le llevó al suicidio en su estudio madrileño de la calle Zambrano. Horacio Lengo cultivó, entre otros, el retrato, la caricatura y la composición de pequeños bodegones. Sus obras más conocidas son "Leonora", "Manrique", "A pesar de ello" y "La Moraga", cuyo lienzo se exhibe en el Ayuntamiento de Málaga. Torremolinos le honra con la calle a su memoria en la zona de El Calvario, entre la Casa de Cultura y el Colegio La Paz.
No podemos olvidarnos los torremolinenses de aquella popularísima figura que fue Román Troncoso Rueda, "El Titi". Nacido en Chiclana de la Frontera, escogió desde niño quedarse a vivir para siempre en Torremolinos. Emblemático personaje, puro derroche de gracia por los cuatro costados a pesar de su innata sordomudez, que en modo alguno le impidió comunicarse con autóctonos y foráneos, hizo amigos en todas partes. "El Titi" protagonizó mil y una anécdotas simpáticas desde los primeros tiempos del boom turístico de Torremolinos. Amante de los toros, de las fiestas y de las procesiones, no se concebía en el municipio un evento sin que estuviera presente "El Titi". Lo perdimos para siempre cuando cumplió 71 años. Torremolinos le dedicó merecidamente la pequeña calle junto al Bar La Ponderosa, que durante tantos años fue para él genuino hogar.