El presidente de la Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, acertó en su intervención en el acto de entrega de distinciones con motivo del Día de la Provincia al advertir de que Cádiz es uno de los territorios más diagnosticados de España y que hace falta dar un paso adelante para defender sus intereses. Para ello, consideró necesario la unidad, que si fuera una constante, advirtió, permitiría avanzar a zancadas. Efectivamente, cuando las administraciones, agentes económicos y sociales y la sociedad civil arriman el hombro, el éxito está asegurado. Buena muestra de ello es el Congreso Internacional de la Lengua Española, idea surgida en el seno de la Asociación de la Prensa, y defendida por el Ayuntamiento, que ha dirigido la organización con tino, Diputación, Junta de Andalucía y el Gobierno de España, que ha tramitado de urgencia los trámites para cerrar todos los detalles de la cita en apenas tres meses, cuando las sedes tienen hasta tres años para prepararlo, con la implicación de Universidad de Cádiz, Confederación de Empresarios de Cádiz y una interminable lista de entidades, así como colegios e incluso asociaciones vecinales.
Sin embargo, la división es la tónica general. El lío monumental montado con Delphi es ejemplo palmario. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha urgido al Gobierno a expropiar el suelo donde se asentaba la multinacional estadounidense, ahora propiedad de un fondo de inversión vinculado al Cádiz CF para construir una ciudad tecnológica del deporte. La APBC, por su parte, plantea convertir la finca en almacén de graneles. Ni uno ni otro proyecto cuentan con el respaldo de los vecinos, a apenas cien metros de los terrenos. Y las administraciones públicas tampoco se ponen de acuerdo.
No es preciso salir de Puerto Real para apuntar en la lista de lamentables fracasos otros proyectos fallidos como Las Aletas, ahora Lógica, que ha hipotecado el desarrollo urbanístico de la localidad y el industrial de toda la Bahía. En Cádiz, Valcárcel; en Algeciras, el bloqueo del puerto por falta de efectivos y de voluntad política para hacerlo competitivo con la conexión ferroviaria que nunca llega; en Jerez, el Centro Tecnológico del Motor; en el conjunto de la Bahía, el caos en la gestión de los fondos europeos vinculados a la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) y, sobre todo, Next Generation tras la pandemia.
¿Por qué la unidad solo se da puntualmente? Por cuestión de espacio, simplifiquemos: cruce de intereses, mayormente políticos, y el ánimo instalado en quienes gobiernan de campaña electoral permanente, por un lado; por otro, diferencias territoriales. Para evitar que la pelea entre las administraciones malogren el futuro de Cádiz, es preciso que la sociedad civil tome conciencia y se anime a tomar partido del debate público más allá de depositar el voto en la urna cada cuatro años o desahogarse en Twitter. Respecto a los prejuicios por el lugar de residencia, basta con viajar por la provincia. A estas alturas, es de una torpeza inasumible no comprender que lo que es bueno para cualquiera de los 45 municipios es bueno para todos.