La moderación y el movimiento

Publicado: 15/06/2020
Autor

Juan Miguel Becerra Vila

Doctor en Pensamiento y Analisis Político. Consultor electoral y Director de SW Demoscopia

Spanish coffee

Spanish coffee es un blog en el que el autor analiza la actualidad política del panorama nacional

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Hay políticos, como Edmundo Bal, que parecen más obstinados en hacer lo posible por llegar a acuerdos que en hacer lo imposible porque sigan separados
El actual Parlamento de España responde a un reparto 45/45 entre izquierdas y derechas. El resto, un 10% de los votantes, están representados por partidos soberanistas o periféricos que eligen alianzas y posiciones en función del resultado final de las elecciones y que dependen de sus propios calendarios electorales y acuerdos locales de gobierno.

Cuatro de cada diez votantes en nuestro país se consideran de centro. Definirse de centro es para muchos una obviedad, pero en esa gran bolsa electoral moderada hay numerosos puntos de vista y posiciones diferenciadas. Por ejemplo, en torno a las políticas sobre la migración o sobre las responsabilidades en la crisis del coronavirus. Son votantes moderados pero su moderación puede ser agitada, más bien, está siendo sacudida a conciencia para conseguir atraer su atención y, si fuera posible, su voto.

En cualquier caso, alejarse de esta gran bolsa de votos es alejarse de la posibilidad de ser uno de los partidos aspirantes a gobernar en nuestro país. Tanto el PSOE como el PP mantienen una fuerte atracción sobre, al menos, sobre 1/4 de los votos de centro en España. Ciudadanos catalizó un gran número de votos de esta bolsa en las primeras de las elecciones generales de abril de 2019. Fue capaz de presentarse como el partido urbano y moderno, alternativa a los dos grandes partidos enarbolando la bandera de la utilidad y de la renovación. Lo que sucedió después es de sobra conocido. Se les hizo de noche, movieron mal sus 57 fichas y se quedaron solo con 10.

Pero la ecuación entre utilidad y movimiento siempre abre caminos en política, algunos insospechados. Solo diez diputados pueden servir a Cs para crecer en apoyos electorales y solventar unas próximas elecciones con una mejoría notable de resultados. Al fijar su posición en estas semanas como partido moderado y de gobierno, capaz de llegar a acuerdos estratégicos por el bien de la mayoría rentabiliza sobradamente esos pocos escaños. Su defensa de lo necesario por encima de las posiciones ideológicas puede ser un incentivo para aquellos votantes y abstencionistas que ven pocos cambios en las posiciones de siempre y que asisten preocupados a la polarización y al estancamiento de los lugares de nuestra política. El calentamiento global del Congreso puede ser una oportunidad para algunos políticos, que como Edmundo Bal, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, parecen más obstinados en hacer lo posible por llegar a acuerdos que en hacer lo imposible porque sigan separados, y en dos tajos, los dos bloques ideológicos del 45/45. Sin duda, Cs puede inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Muchos votantes valorarán la importancia de esos movimientos de balanceo de Ciudadanos y su nueva función de utilidad. Sobre todo, valorarán que se mueve, lo que a estas alturas es mucho en un tablero político enconado y con pocos movimientos. Nadie debería de infravalorar la importancia del movimiento en política. Lo dicho.

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