Las Fuerzas de Seguridad marroquíes desplegadas en el entorno de la frontera de Ceuta han repelido este martes a primera hora de la mañana un intento de entrada a través del paso del Tarajal de unos cincuenta migrantes de origen subsahariano.
Según han informado fuentes policiales a Europa Press, el intento ha tenido lugar alrededor de las 6.00 horas y para su rechazo no ha sido necesaria la intervención de los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil destinados en la parte española del paso, por el que a principios de agosto lograron colarse de madrugada casi 200 indocumentados a la carrera.
Las autoridades españolas calculan que en el entorno de la ciudad autónoma, incluyendo la periferia de las ciudades marroquíes de Tetuán y Tánger, permanece de forma estable un millar de migrantes nacionales de países subsaharianos esperando una oportunidad de acceder a territorio español, ya sea por la vía marítima hacia Ceuta o las costas andaluzas o, por tierra, superando el vallado perimetral o por la frontera de la localidad norteafricana.
Presión migratoria irregular al margen, la parte marroquí de la frontera del Tarajal, que este lunes permaneció cerrada durante casi todo el día, ha vuelto a ser escenario de concentraciones de centos de ciudadanos del Reino alauita que esperan poder acceder a Ceuta. Las Fuerzas de Seguridad del país vecino están embolsando a sus compatriotas en grupos de aproximadamente un centenar para regular su cruce sin alterar el tránsito de vehículos.
El cierre patronal de las naves de los polígonos comerciales anexos a la frontera, adonde miles de marroquíes acuden para recoger todo tipo de mercancías que posteriormente llevan a su país sobre sus espaldas, está causando malestar y protestas en Marruecos. Además, el colapso del paso afecta también a los ceutíes que quieren entrar en la ciudad autónoma y a los ciudadanos del Reino alauita con permisos de residencia o trabajo en la localidad española.