El 60% de las personas que tienen gato comparte con su felino confidencias que no dirían a nadie más, según se desprende de un estudio elaborado por la Fundación Affinity con motivo del Día Mundial del Gato, que se celebra este 20 de febrero. La investigación también muestra que la relación entre las personas y sus gatos es "muy estrecha y con un fuerte componente afectivo".
En este sentido, el estudio, realizado dentro de la campaña 'Contigo, 7 Vidas', refleja como para una mayoría de personas su gato es una fuente de compañía constante (83%) y siempre está allí cuando lo necesitan (67%). Asimismo, 7 de cada 10 personas que han tenido gato, repite.
En España hay registrados más de 3.900.000 gatos, un 12% de los hogares españoles convive con al menos un felino y el 51% de sus propietarios son mujeres. En cuanto al origen, un 34% de ellos llega a su hogar en forma de regalo, un 25% son encontrados en la calle, el 17% son comprados y un 11% adoptados.
Además, un 59% de los gatos están esterilizados y un 34% lleva incorporado un chip identificativo, dos factores que tienen una incidencia directa en la prevención del abandono.
La directora de la Fundación Affinity, Isabel Buil, ha afirmado que el estudio se ha realizado para "dar a conocer las cualidades de los gatos y los beneficios que aportan a las personas". "Nuestra sociedad los ha estigmatizado en varias ocasiones y les hemos otorgado una serie de cualidades negativas que no se ajustan a la realidad", ha apostillado.
PERFILES DE PROPIETARIOS
El estudio realizado por Fundación Affinity y la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB también identifica dos perfiles de propietarios de gato según la relación que tienen con su animal. La diferencia entre un tipo de propietario o el otro radica en la aproximación emocional que mantiene con el felino.
Por ello, el estudio divide a los propietarios de gatos entre pragmáticos (35%) y emocionales (65%). Los propietarios emocionales manifiestan más muestras de afecto que los pragmáticos y sienten que su gato es una fuente de apoyo emocional.
Por otro lado, para los propietarios pragmáticos, el coste percibido de convivir con un gato es superior y tienen menos interacción con su gato que los propietarios emocionales.
