Una treintena de activistas de Greenpeace con diez camiones se han desplegado a las 9:00 horas de este miércoles en el entorno de la central nuclear castellanoleonesa de Garoña (Burgos) para pedir que comiencen "ya" las obras de desmantelamiento de las instalaciones nucleares.
Los manifestantes van ataviados con monos de trabajo naranjas y portan pancartas con los lemas "Garoña desmantelamiento ya" y "Garoña riesgo nuclear" para pedir que "no se demoren" las obras.
Según ha explicado un portavoz de la organización, Conrado García, a Europa Press, el colectivo pretende evitar que, de acuerdo con lo que permitiría el Real Decreto aprobado la semana pasada por el Gobierno, la central vuelva a entrar en funcionamiento.
"Es muy vieja y está obsoleta", ha explicado, por lo que considera que su eventual puesta en marcha podría suponer un "peligro".
Además, la organización ha insistido en que "además de envejecida, la central no ha sido evaluada para una hipotética ampliación desde 2009, y desde entonces han variado los criterios de seguridad a raíz del accidente de Fukushima, se han modificado los requerimientos ambientales para la utilización del agua de refrigeración procedente del Ebro y ha cambiado su estado de funcionamiento, ya que permanece en estado de parada desde hace más de un año".
La acción se lleva a cabo de forma simultánea con las que, al mismo tiempo, están realizando grupos de activistas de la organización en Bélgica, Holanda, Suecia, Suiza y Francia.