La decisión del Tribunal Supremo de la India de denegar a Novartis la patente de 'Glivec' (imatinib mesilato), "genera desánimo para el descubrimiento de fármacos innovadores", señalan desde la compañía suiza que, actualmente, suministra este anticancerígeno sin coste a un 95% de los pacientes a los que se prescribe el medicamento en la India, lo que supone más de 16.000 pacientes.
Con esta sentencia, dada a conocer este lunes, se deja vía libre a los fabricantes indios de medicamentos genéricos, sin embargo supone un golpe para las patentes que, señalan, "son la base del descubrimiento de fármacos innovadores y esenciales en el avance de la ciencia médica y del tratamiento de los pacientes".
A Novartis no se le ha concedido nunca una patente original de 'Glivec' en India, por eso la sentencia "clarifica la ley de patentes de la India" para la compañía, que sí tiene patentado este medicamento en casi 40 países incluyendo China, Rusia, y Taiwán.
"A Novartis no se le ha concedido nunca una patente original de 'Glivec' en India. Creemos firmemente que la innovación debería ser reconocida para alentar la inversión en innovación médica, especialmente la dirigida a necesidades médicas desatendidas", explicó Ranjit Shahani, vicepresidente y director general, Novartis India.
Novartis presentó un recurso de apelación especial al Tribunal Supremo de la India en 2009 tras la denegación de la patente de la forma cristalina beta de 'Glivec' remitiéndose a la ley india de patentes. Además de buscar una patente para 'Glivec', la compañía presentó el caso para ayudar a clarificar estos aspectos únicos de la ley de patentes.
"Presentamos este caso porque creemos firmemente que las patentes son la salvaguarda de la innovación y alientan al progreso médico, particularmente para las necesidades médicas no cubiertas", añade el responsable de la compañía, para quien la sentencia "es un revés para los pacientes", ya que dificulta el progreso médico para las enfermedades sin opciones de tratamiento efectivas.
La principal preocupación de este caso fue el no reconocimiento de la India de los derechos de propiedad intelectual, puesto que aclaran que desde la compañía apoyan la contribución de los genéricos a la mejora de la salud pública una vez ha expirado la patente del medicamento.
En cuanto al suministro de 'Gilvec' en la India, reiteran que como mínimo 9 de cada 10 pacientes tratados con este anticancerígeno seguirán recibiendo el medicamento sin coste alguno, a través de los programas de acceso de Novartis Oncología. Mientras, para el resto de pacientes el medicamento está financiado, cubierto con seguro, o accesible a través de un programa de copago.
Desde que Novartis empezó su primer programa de donación en 2002, la compañía ha suministrado 'Glivec' a pacientes en la India por un valor de más de 1.300 millones de euros (1.700 millones de dólares).
UN RESPALDO A LA LEY DE PATENTES
Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF), valora la decisión del Supremo al considerar que es una gran victoria para el acceso a medicamentos esenciales en los países en desarrollo, que utilizan mayoritariamente los genéricos fabricados en India, y en particular para los millones de pacientes de VIH/sida en tratamiento con antirretrovirales baratos y de calidad procedentes de este país.
"Es un enorme alivio para los millones de pacientes y médicos que dependen de los medicamentos a precios asequibles producidos en India, y también lo es para proveedores de salud como Médicos Sin Fronteras", explica el presidente de la organización médico-humanitaria internacional, el doctor Unni Karunakara.
A su juicio, supone que hay menos posibilidades de que sean patentados los fármacos que resultan indispensables para esta población, además de una "señal" para que las farmacéuticas "cesen en sus ataques contra la Ley india de Patentes".
"Las Oficinas indias de Patentes tienen que considerar este veredicto como una señal muy clara de que la Ley de Patentes debe aplicarse de forma estricta, y que deben rechazarse las peticiones frívolas", añaden.
MSF entiende que los gobiernos deben desarrollar un marco nuevo que permita que el desarrollo de nuevos medicamentos los haga accesibles para todos. "Este proceso tiene que producirse. Invitamos a Novartis a ser parte de la solución, en lugar de ser parte del problema", concluyen.