El
Consejo de la Gerencia de Urbanismo ha aprobado este jueves la
modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en virtud de la cual
no se podrán ubicar nuevas gasolineras a menos de 50 metros de bloques de viviendas ya construidos o junto a parcelas cuyos usos vayan a ser residenciales o dotacionales. “Se trata de una medida que da
respuesta a conflictos futuros que puedan surgir en la ciudad como los planteados en barrios como Pino Montano o Manuel Siurot”, argumentan fuentes de Urbanismo. La aplicación de esta modificación
no tendrá carácter retroactivo.
Urbanismo asegura que el cambio en el PGOU al que se ha dado el visto bueno de manera provisional aún cuenta con el
aval de “informes jurídicos”. Hasta ahora, el PGOU obligaba a esta distancia de seguridad en el caso de parcelas calificadas como estaciones de servicio y en concesiones para puntos específicos de suministro. Pero, “de acuerdo con la normativa”, existía la posibilidad de instalar puntos de suministro asociados a proyectos tales como “establecimientos comerciales individuales o agrupados, centros comerciales, estaciones de ITV o polígonos industriales” en los que no se fijaba una distancia mínima con núcleos residenciales. Con la modificación que se propone, ahora, en estos supuestos “se establece una distancia mínima de 50 metros a las edificaciones existentes o parcelas previstas en el planeamiento de usos residencial o dotacional”.
Higuerón Sur
El Consejo de la Gerencia de este jueves también ha dado curso a la
adaptación de 35.000 metros cuadrados (dos parcelas) en los suelos del Higuerón Sur, en la zona de
Pino Montano. En esta superficie se ubicarán proyectos relacionados con la
industria (3.800 metros cuadrados),
servicios terciarios (13.814 metros cuadrados) y
una “gran superficie minorista” (17.600 metros cuadrados), según la información facilitada por la Gerencia. En el Higuerón Sur ya concedió la Gerencia de Urbanismo una parcela
Mercadona para el desarrollo de un
centro logístico relacionado con la venta online (el proyecto que la compañía llama con el nombre de Colmena).
“
El objetivo es el desarrollo de este parque empresarial, que ha pasado muchos años bloqueado pese a estar completamente urbanizado y con los accesos garantizados. Se abren así la puertas a inversiones nuevas importantes para la reactivación de la ciudad”, apostillan las mismas fuentes, justo cuando la ciudad tiene ya en marcha una comisión de reactivación económica y social con la que paliar los efectos de la crisis del Covid-19.
Instalación de ascensores
Por último, la Gerencia ha aprobado también la instalación de
16 ascensores en edificios con problemas de accesibilidad y cuyos inquilinos no tienen recursos suficientes. La inversión que hará el Ayuntamiento rondará los
2,1 millones de euros. Los barrios en los que se actuará son
Polígono San Pablo, Norte, Cerro Amate, Este-Alcosa-Torreblanca, Macarena, Sur y Casco Antiguo.
Los proyectos los diseñará la propia Gerencia de Urbanismo. Los contratos están ya tramitándose y supondrán una
inversión por bloque que oscilará entre los 71.000 y los 165.000 euros.