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Sevilla

El viento tiró una palmera y la almena de la muralla de la Macarena

La almena desprendida de la barbacana del tramo de muralla almohade fue por la caída de una palmera en "mal estado", según el Ayuntamiento de Sevilla

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  • La muralla

La almena desprendida de la barbacana del tramo de muralla almohade que se conserva desde el arco de la Macarena hasta la iglesia de San Hermenegildo cayó hace unas tres semanas, como consecuencia de un impacto de una palmera "en mal estado" movida por las fuertes rachas de viento, según han informado a Europa Press fuentes del Ayuntamiento de Sevilla, que redacta actualmente una actuación para las almenas de la muralla.

Este desprendimiento, recordémoslo, surge después de que este pasado verano, la Gerencia de Urbanismo acometiese unas obras urgentes de conservación sobre este tramo de la antigua muralla almohade. Esta actuación, contratada por 16.284 euros a la empresa especializada Dédalo Bienes Culturales, para eliminar "diferentes tipos de especies vegetales como palmeras, acebuches, eucaliptos o matorrales, que han venido provocando fisuras, agrietamientos y desplazamientos en el monumento", dista mucho de la restauración acometida a partir de 2007 gracias al proyecto adjudicado por aquel entonces a Construcciones Sanor, por más de 1,35 millones de euros.

Aquel proyecto, en concreto, retomaba la restauración integral de la muralla que se comenzó a ejecutar entre 1984 y 1988, un periodo en el que fueron rehabilitados dos sectores de la muralla sin incluir el sector de la antigua puerta de Córdoba, objeto principal de la actuación integral iniciada en 2007.

Las obras de 2007, además, contemplaban el cerramiento de la muralla mediante cancelas instaladas en sus dos extremos, la regeneración de los jardines y un alumbrado artístico, entre otros extremos.

CONSERVACIÓN DE LAS ALMENAS

En cualquier caso, la actuación que prepara ahora la Gerencia de Urbanismo contempla, según el Ayuntamiento hispalense, "actuaciones puntuales sobre las almenas de la muralla, a fin de asegurar su oportuna conservación, en aquellos casos en los que se detecte mal estado de las mismas", gracias a "estudios previos necesarios para asegurar su preservación y la compatibilidad y eficacia de los nuevos materiales a emplear".

Estos trabajos abarcarían, con carácter general, un tratamiento biocida y limpieza mecánica puntuales, cosido de fracturas o fragmentos en peligro de desprendimiento y la reintegración de faltas de volúmenes, respetando las aportaciones de todas las épocas, así también las pátinas que constituyan un valor propio de la muralla. También se incluye una actuación en la denominada Torre Blanca, con revisión y reparación del acceso desde la calle Macarena.

La muralla islámica del tramo comprendido entre el arco de la Macarena y la antigua puerta de Córdoba correspondería a la ampliación ordenada por el segundo sultán almorávide Ali Yusuf Texufin (1107-1143), completada en la segunda mitad del siglo XII mediante reformas y reconstrucciones de los almohades.

El califa Yusuf II, ante el avance cristiano derivado de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), ordenó de su lado la construcción del antemuro o barbacana e hizo excavar un foso alrededor, toda vez que ya en el siglo XIX comenzó el derribo de las murallas de la antigua medina islámica. El proceso de derribo de las murallas abarcó desde 1858 con el derribo de la puerta de la Barqueta, hasta 1873 con la caída de la puerta del Sol.

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