El portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha denunciado que “el Gobierno de Juan Espadas lleva seis meses consecutivos pagando a los proveedores más tarde del plazo que establece la Ley, algo que se ha convertido en una triste costumbre, porque además cada mes lo hace más tarde, por lo que el Interventor ha vuelto a alertar tanto a la Junta de Gobierno como a la Junta de Andalucía de este incumplimiento”.
Zoido ha señalado que “el señor Espadas se preocupa mucho de subirle los impuestos a todos los sevillanos, pero no tanto de pagar pronto. Cuando denunciamos este hecho por última vez, en el mes de septiembre, el Gobierno nos respondió que estaba tomando medidas para corregirlo, pero o no era cierto o bien, como suele ser habitual en él, son tan equivocadas que están empeorando la situación. Porque ha pasado de pagar en 30,26 días en marzo, a los 31,33 de abril, 35,42 en mayo, 37,79 en junio, 39,20 en julio y 47,09 de agosto, es decir, que la progresión del señor Espadas da miedo y no sabemos hasta dónde puede llegar”.
Zoido ha recordado que “en el último año completo de nuestro Gobierno, la medida del periodo de pago a proveedores fue de 10,9 días, tal y como reflejaba el informe del Interventor sobre el cumplimiento de estabilidad presupuestaria, sostenibilidad financiera, regla de gasto y pago a proveedores de la liquidación del presupuesto de 2014. Mientras, el Gobierno de Juan Espadas recibió la primera advertencia de incumplimiento del Interventor nada más llegar, en sus dos primeros meses de gobierno, ya que en julio de 2015 el periodo medio de pago fue de 32,93 días mientras que en agosto aumentó a 36,98. Y más tarde volvió a recibir otra amonestación en septiembre del año pasado (37,96 días) y octubre del mismo año (30,70 días), pero lejos de ir arreglando el problema lo va empeorando cada vez más, hasta los muy preocupantes 47,09 días de agosto”.
Para Zoido, “la política económico-financiera del señor Espadas es intolerable, porque se resume en subir los impuestos y las tasas, además de crear nuevos, no esforzarse por reducir gastos superfluos, retrasarse en pagar lo que debe, tener un remanente negativo de tesorería de 11 millones que tendrá que corregir en el próximo Presupuesto, hacer continuas modificaciones presupuestarias para desviar dinero por cambios constantes de criterio, acumular y además ignorar informes demoledores de Intervención por las continuas irregularidades administrativas. Y todo ello se añade a una actitud soberbia, que le lleva incluso a apropiarse de proyectos que no son suyos para sacar pecho y mostrar una actitud totalmente ausente de rigor técnico y de responsabilidad política por temor o incompetencia a coger el timón de la ciudad”.