Entre el 13 y el 14 de junio se abrió un nuevo tiempo para Andalucía. Se constituyeron las nuevas corporaciones locales e inició su andadura el nuevo Gobierno de Susana Díaz. Es el inicio de un periodo de diálogo, de consenso, de trabajo conjunto y de coordinación. Una etapa para establecer sinergias, trabajar juntos y abandonar confrontaciones o localismos estériles. Es, por tanto, el momento, el mejor de los momentos, para afrontar retos pendientes, necesarios y urgentes. Y una de las prioridades debe ser lograr de una vez por todas el objetivo de establecer un eje estratégico Sevilla-Málaga que se convierta en un motor para las dos capitales, para sus áreas metropolitanas, y para toda Andalucía.
Las universidades de Sevilla y Málaga han marcado el camino. Andalucía Tech ha permitido el desarrollo de una estrategia conjunta, proyectos coordinados que han captado nuevas líneas de financiación e inversión, han promovido medidas de apoyo a estudiantes y docentes y sobre todo ha dado un impulso a la internacionalización de nuestra comunidad universitaria. Ahora, los rectores de estas dos universidades forman parte del nuevo Gobierno andaluz. La senda está ya marcada, estamos ante la gran oportunidad. Y el nacimiento de entidades como la Unión Cívica del Sur de España (Civisur) con exalcaldes y empresarios de las dos ciudades supone un importante impulso que debemos aprovechar.
Como sevillano siempre he entendido la capitalidad de Andalucía como una responsabilidad. La responsabilidad de ejercer un liderazgo en Andalucía, de generar confianza y respeto entre toda nuestra comunidad y de saber trabajar de forma conjunta con el resto de ciudades por el bien de Andalucía. Por eso, como alcalde de Sevilla, uno de mis primeros compromisos fue el de establecer una alianza y una estrategia de acuerdo y colaboración con la ciudad de Málaga.
Entre Sevilla y Málaga sumamos en torno a un 40% del PIB de Andalucía y casi la mitad del tejido empresarial. Entre las dos ciudades tenemos 1,2 millones de habitantes, una cifra que asciende a 2,5 millones de personas si incorporamos los municipios que forman parte de nuestras áreas metropolitanas, y que llega a los 3,5 millones si añadimos la población de las ciudades medias que nos unen en el camino. Y lo que es más urgente e importante: entre las dos ciudades sumamos 160.000 desempleados, una cifra inasumible que exige una respuesta común y rápida.
Si trabajamos juntos generaremos más oportunidades, nacerán nuevas empresas y otras crecerán, desarrollaremos sectores tradicionales como el turismo y seremos más fuertes en sectores emergentes como la economía digital. En definitiva, seremos capaces de crecer dentro y fuera de Andalucía desarrollando el papel que nos corresponde como ejes vertebradores de la comunidad autónoma.
Como alcalde quiero repetir el modelo de colaboración que establecieron en su día las dos universidades públicas con los sectores y los agentes claves para nuestra economía y nuestro proyecto de ciudad. Tenemos que ser capaces de coordinar el Parque Científico y Tecnológico de Sevilla con el Parque Tecnológico de Andalucía de Málaga, de establecer marcos de acuerdo entre los puertos o los aeropuertos de Sevilla y Málaga, de coordinar nuestros emprendedores y sectores emergentes, de complementar nuestras ofertas turísticas y de que nuestros tejidos culturales se apoyen y sumen esfuerzos. Tenemos un marco europeo de financiación para proyectos de innovación a desarrollar dentro de la estrategia de especialización inteligente presentada por Andalucía, para los que seguro podemos encontrar sinergias y fórmulas de colaboración. Juntos sumamos.
Evidentemente, soy consciente de que hay cuestiones que debemos resolver. Y de que el retraso de las infraestructuras ferroviarias hace que ahora mismo las distancias entre nuestras dos ciudades sean mayores de lo que deberían ser y de lo que seguro serán a corto y medio plazo. Pero eso no nos puede impedir seguir avanzando como es nuestra responsabilidad. Porque los ciudadanos han depositado su confianza en nosotros para que seamos capaces de buscar y promover los marcos de diálogo y colaboración necesarios para impulsar un proyecto común que responda a las necesidades y al interés general de nuestras ciudades, y de toda Andalucía.