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Miércoles 18/12/2024
 

Sevilla

El poyete de la calle Betis en la historia

Desde 1799 hasta 2014, es decir, durante doscientos quince años, casi dos siglos y cuarto, nadie se ha caído por el malecón. La desgracia, lo imprevisible, ha hecho que la joven polaca Sylwia Rajchel sea la primera víctima mortal al subirse al poyete para hacerse una fotografía con su teléfono...

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  • Vistas del poyete -

Desde 1799 hasta 2014, es decir, durante  doscientos quince años, casi dos siglos y cuarto, nadie se ha caído por el malecón. La desgracia, lo imprevisible, ha hecho que la joven polaca Sylwia Rajchel sea la primera víctima mortal al subirse al poyete para hacerse una fotografía con su teléfono. Y resulta que desde hace dos años y medio los vecinos vienen alertando del riesgo de accidentes por la poca altura del brocal y la nueva costumbre que practican algunas personas de subirse en el poyete para hacerse o autohacerse fotografías. Hasta aquí los hechos. Pero resulta que el desgraciado accidente ha servido para que unos intenten justificarse alegando la compleja propiedad del malecón y otros, convertidos en inquisidores, intenten responsabilizar al Ayuntamiento del desgraciado accidente. Y lo peor es que las autoridades municipales ya avisaron a los transeúntes con carteles apropiados del riesgo del lugar. Y más aún: ADEPA ha hecho público que los llamados BIC (Bienes de Interés Cultural) pueden alterarse para garantizar la seguridad de las personas, como ocurre, por ejemplo, en la Giralda. Ahora toca imponer el sentido común y actuar en consecuencia, alejados de la demagogia política.

Si vemos las cuatro imágenes primeras donde aparece el poyete del malecón en diversas épocas, entre su construcción en 1799 y los primeros lustros del siglo XX, vemos que la altura del pavimento de la calle Betis casi no ha registrado alteración alguna. Lo que sucede es que desde 1799 hasta el siglo XXI, no ha cundido la costumbre de que la gente se suba en el poyete para hacerse o autohacerse fotografías. Y no han bastado los avisos públicos para evitarlo.

La calle Betis ha sido estudiada por uno de los historiadores de Triana que más cariño puso en su empeño de recuperar la memoria histórica del arrabal, Manuel Macías Míguez. En la ficha que dedica a la calle Betis en su libro “Triana. El caserío: calles, plazas, sitios y lugares” (1982), relaciona los nombres anteriores a Betis (desde 1859), primitiva denominación del origen romano del Guadalquivir, y que antes fueron calle del Rey (primera referencia en 1431), Calle del Río (1433), de Vera del Río y del Río (1533), Orilla del Río (1691), Acera del Río y Derecha del Río (1821). Adoquinada y acerada en 1906, asfaltada en 1933, y terriza tal como aparece en las cuatro fotografías que publicamos, posiblemente algunas del fotoperiodista Juan Barrera Gómez, de finales de la centuria decimonónica.

Por entonces todavía la calle Betis llegaba hasta cerca del convento de Los Remedios, y ya era realidad la famosa escalerilla que unía la calle con la plaza del Altozano, llamada popularmente de Tagua como recuerdo de Baldomero Tagua, el contratista que construyó a partir de 1799 el malecón.

La tercera fotografía procede de una postal fechada en 1904 y editada por Stengel & Co. (Dresde), perteneciente a la colección Loïc Menanteau. La copia se custodia en el Archivo Histórico de la Autoridad Portuaria. Las otras fotografía muestra una calle Betis aún sin adoquinar y acerar, y por lo tanto anterior a 1906.

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