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Sábado 23/11/2024
 
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Sevilla

Recurren la condena del macrobotellón porque se basó en "corazonadas"

La defensa del hombre condenado a doce años y medio de cárcel por matar a un joven durante un macrobotellón juvenil en Sevilla ha recurrido por falta de pruebas y porque el jurado se basó en "corazonadas, sospechas o conjeturas" con un ánimo "justiciero"

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La defensa del hombre condenado a doce años y medio de cárcel por matar a un joven durante un macrobotellón juvenil en Sevilla ha recurrido por falta de pruebas y porque el jurado se basó en "corazonadas, sospechas o conjeturas" con un ánimo "justiciero".

El abogado defensor ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por la "falta de lógica" del veredicto del jurado, que dio más credibilidad a lo declarado por una testigo durante la fase de instrucción, cuando identificó al acusado como la persona a la que vio de espaldas en el momento del apuñalamiento, y no en el juicio, cuando lo negó en cinco ocasiones.

Óscar Riquelme Rodríguez fue condenado a doce años y seis meses de cárcel por matar de una puñalada a Francisco José Guerrero, de 23 años, durante un macrobotellón celebrado el 25 de marzo de 2011 en el Charco de la Pava de Sevilla.

La sentencia también condenó a Riquelme, de 34 años, a pagar a la madre de la víctima, vecina de La Puebla de Cazalla (Sevilla), 146.0103,91 euros de indemnización.

Ahora, la defensa del acusado rebate en su recurso la afirmación del jurado de que la testigo protegida -que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos- dio un testimonio más creíble cuando en la fase de instrucción identificó al acusado porque lo hizo "con mayor tranquilidad y en mejores condiciones".

Por el contrario, esa chica declaró ante el jurado "mediante videoconferencia, transcurrido un año de los hechos, mitigado el estrés del duelo y plenamente consciente de la especial importancia de su declaración".

Pese al "acoso" de la fiscal con sus preguntas, que le insinuaba que podría estar mintiendo, la chica dijo en cinco ocasiones al jurado que no era Óscar sino la persona que lo acompañaba, situada a su izquierda, quien apuñaló a la víctima.

Por ello el abogado defensor, Álvaro Pimentel, califica como una afirmación "gratuita y un insulto al razonamiento lógico" decir que en el juzgado de instrucción estaba más tranquila.

De la misma manera, la defensa rechaza el testimonio del joven D.R., quien en el juicio identificó a Óscar como portador de una navaja minutos antes de la agresión pese a que dos veces en la Policía, una en la Fiscalía de Menores y otra en el juzgado de instrucción dijo que era otra persona quien la llevaba.

En el juicio "no explicó de forma mínimamente razonable el por qué de su sorpresiva declaración", añade el recurso.

"En todo caso, si fuera cierto que, en algún momento, mi patrocinado llegó a tener una navaja en la mano, sería un mero indicio pues es claro que el testigo no lo vio en el momento de la agresión", dice el recurso.

Pimentel se pregunta por qué el jurado "minusvaloró" el testimonio de la principal testigo en el acto del juicio y, a la vez, no explicó por qué creyó al testigo que dijo haber visto a Riquelme portando la navaja pese a que la totalidad de los demás testigos dijeron que el arma la portaba otra persona.

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