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Miércoles 26/03/2025
 
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Sevilla

Un viaje por la historia del cine a través de Tarab

La Film Symphony Orchestra deslumbra en Sevilla con un espectáculo que emociona hasta el éxtasis

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  • Film Simphony Orchestra en FIBES -
  • 2.321 personas disfrutaron la experiencia
  • El director Constantino Martínez-Orts deleitó con Dune, Troya y Gravity, entre otras
  • Anais Sancruz, cantante sevillana, acompañó con su voz algunas interpretaciones

Tarab puede describirse como un cosquilleo en el estómago, unos vellos de punta, o unas lágrimas saltadas al apreciar la música. A pesar de ello, no hay una palabra en castellano que defina con precisión Tarab, pero anoche, en el auditorio Fibes de Sevilla, 2.321 personas lo experimentaron en su máxima expresión. La Film Symphony Orchestra (FSO) regresó a la ciudad con su nuevo espectáculo, y durante más de dos horas convirtió la música de cine en un torrente de emociones que hizo vibrar al público.  

Desde el primer acorde, el director Constantino Martínez-Orts demostró que esta no era una simple interpretación de bandas sonoras, sino un homenaje a la capacidad de la música para transportarnos a otros mundos y hacernos sentir intensamente. La velada comenzó con la imponente partitura de Dune, compuesta por Hans Zimmer, cuyas notas envolvieron el auditorio en una atmósfera de misterio y grandeza. Le siguió un recorrido por diferentes épocas y géneros, desde la épica de Troya hasta la melancolía de la romántica interpretación de Leyendas de pasión. 

Tarab consiguió que nos transladasemos a Marte, con la interpretación excelente de The Martian, pasando también por un viaje a través de la película Forrest Gump y su banda sonora. Recorrimos las pirámides de Egipto con El Regreso de la Momia y viajamos en el tiempo hasta la segunda guerra mundial con Oppenheimer y sus sonidos angustiantes, dignos de una bomba atómica. 

Uno de los momentos más conmovedores llegó con La lista de Schindler. La violinista solista, con su delicadeza, consiguió un silencio absoluto en la sala, sólo roto después por los aplausos emocionados del final. A ello le siguió un cambio de registro total con la magia de Frozen y su famosa canción "Let it go", interpretada por Anais Sancruz, cantante sevillana que desató sonrisas entre los más pequeños del público, con tarareos incluidos.  

El concierto no sólo fue una gozada auditiva, sino también visual. La iluminación y la puesta en escena jugaron un papel fundamental, intensificando la atmósfera de cada pieza. Y es que, los leds y los focos acompañaban a la música, encendiéndose y apagándose en momentos clave. Uno de los momentos más espectaculares llegó con Gravity, cuya música electrónica y minimalista, acompañada de el juego de luces que simulaba el cosmos, hizo que el público sintiera la angustia de estar en el espacio.  

El clímax llegó con el homenaje a Star Wars, una tradición en los conciertos de la FSO. El auditorio se llenó dde emoción con los primeros compases de El ascenso de Skywalker, y cuando la orquesta tocó "La marcha imperial", de John Williams, el tema característico de Darth Vader, la ovación fue inmediata. El concierto finalizó poniendo al público en pie con los animados ritmos de La Sirenita de Alan Menken.

Al finalizar el espectáculo, Martínez-Orts se dirigió al público para agradecer su entrega y prometió que la FSO volvería pronto a Sevilla. 2.321 personas, aún maravilladas por la experiencia, respondieron con varias ovaciones dejando claro que Tarab no es sólo un concierto: es un estado de emoción pura.

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