La revista Clinical Cancer Research, publicación oficial de la Asociación Americana de Investigación en Cáncer, ha publicado recientemente los resultados finales de un ensayo, que ha coordinado el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, sobre la recuperación de un perfil de pacientes de un tipo de linfoma frecuente sometidos a un tratamiento experimental.
El estudio, en el que han participado nueve servicios de Hematología y Oncología Médica de 18 hospitales y otras instituciones asociadas, se ha centrado en el efecto que ha provocado el uso de un fármaco inmunomodulador, Lenalidomida, en combinación con quimioterapia en pacientes con linfoma no Hodgkin B en situación de recaída y no candidatos a trasplante de médula, según detalla el centro hospitalario en una nota de prensa.
Esta patología es el cáncer hematológico más común y representa alrededor del 30% de los nuevos casos de los diferentes tipos de linfomas anuales diagnosticados. Los resultados de este estudio, que comenzó a fraguarse en 2014 y en el que han intervenido los Servicios de Bioquímica, Hematología y Oncología Médica del centro hospitalario, plantea una nueva alternativa de tratamiento.
El estudio "pone de manifiesto la existencia de determinados marcadores biológicos que pueden ser analizados en las muestras sanguíneas de los pacientes y que deben ser validados en estudios adicionales confirmatorios", advierte el jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen Macarena, el doctor Luis de la Cruz.
El ensayo arrojó resultados clínicos favorables. Así, de los 79 pacientes que participaron, un 60% respondió al tratamiento y hasta en un 37% de los casos se produjeron remisiones completas. Estás últimas además se relacionan con una mejor evolución a largo plazo. De hecho, un 17% de ellos permanecieron vivos más allá de los dos años, pudiéndose considerar curados eventualmente.
La importancia de los resultados se enmarca en una situación concreta: la supervivencia de estos pacientes con este tipo de linfoma, que recaen y no son candidatos de trasplante de médula, se compromete cuando obtienen resultados insatisfactorios con las terapias iniciales. De ahí lo revelador de un estudio que demuestra que hay pacientes con esta situación patológica cuya refractariedad es reversible, es decir, que pueden curarse.
Durante el ensayo se encontraron biomarcadores inmunológicos en sangre periférica que se relacionan con remisión completa y supervivencia global de este tipo de pacientes. En concreto, el decrecimiento de las células mieloides supresoras supusieron esta remisión. "Esto sugiere el potencial valor como dianas terapéuticas en linfomas y quien sabe si en otro tipo de tumores sólidos como el cáncer de mama o de vegija", advierte el oncólogo del hospital sevillano.
Los excelentes resultados de la investigación ha provocado que anteriormente otra publicación de relevancia internacional como 'Journal for Immunotherapy of Cancer', revista oficial de la Sociedad Americana de Inmunoterapia del Cáncer, también se hiciera eco de los hallazgos de este ensayo clínico.