La matriz del grupo Abengoa, en proceso de liquidación, propone negociar con sus acreedores la devolución de su deuda en tres años con una quita del 97 % y dar entrada a RCP y a Sinclair Capital con una inyección de 200 millones de euros, como vía para evitar su liquidación y favorecer la integridad del grupo.
El Consejo de Administración de Abengoa ha reaccionado así a la orden judicial por la que el pasado viernes se ordenó la liquidación del procedimiento concursal de la matriz, después de que desapareciera la posibilidad de un rescate público de 249 millones a través de la Sepi y de que el fondo TerraMar inyectara otros 200 millones.
Esta propuesta de la matriz -en concurso desde febrero del año pasado y vaciada de activos operativos, que han sido desviados a Abenewco 1- se presenta en paralelo a los trabajos iniciados por la citada filial con el Gobierno y la Junta de Andalucía para tratar de salvar de entre las más de 300 entidades del grupo a aquellas con carga de negocio.
La matriz, encabezada por Clemente Fernández -que rehúsa trocear el grupo- ha presentado un recurso de reposición frente al citado auto que decretaba su liquidación, reclamando más tiempo para presentar una propuesta de convenio.
Esa propuesta de convenio concursal contempla una quita del 97 % de la deuda de Abengoa, que ronda los seis mil millones de euros repartidos entre cerca de trescientos fondos de inversión y otros acreedores
Así, se realizaría un pago del 3 % a 8 años, y un primer año de carencia. Además, ofrece convertir el importe a pagar en un préstamo participativo remunerado con un máximo del 4 % del beneficio antes de impuestos de la actividad hasta un límite de dos millones de euros anuales.
REVERTIR EL VACIADO DE LA MATRIZ E INTEGRAR FILIALES
Además, Abengoa SA ha presentado al juez una carta de la firma lusa RCP (REsource Project Management), que recoge su propuesta de invertir con Sinclair Capital Reserve 200 millones en el grupo y explica que ambas partes están trabajando en "definir los términos y condiciones particulares de la operación y el consiguiente cierre de los documentos definitivos de la transacción".
Esta operación, que también supondría la aportación de 300 millones en avales bancarios, está supeditada a que se levante la disolución y liquidación de la matriz.
Básicamente, la propuesta pasa por reintegrar en el grupo las unidades productivas de las filiales de interés, impulsando las actividades de energía, agua y medioambiente, revertiendo así el vaciado de la matriz, en las que RCP puede actuar como socio tecnológico.
Para el Consejo de Administración de la matriz -controlado por los accionistas minoritarios que se sindicaron en AbengoaShares, con Clemente Fernández a la cabeza, el plan pasa por evitar "una salida de las unidades productivas del perímetro de Grupo Abengoa" e, incluso, "fusionar las unidades productivas transmitidas con la matriz".
Los fondos inyectados se usarían para pagar el 3 % de la deuda, "reactivar" unidades productivas de ciertas filiales y aportar contratos EPC (que abarcan todas las etapas del proyecto) por parte de los nuevos socios empresariales, lo que a su vez generaría negocio para seguir pagando a los acreedores.
Las cantidades manejadas en esta propuesta recuerdan a las que hasta ahora se barajaban con la ya extinguida oferta de TerraMar, que iba a hacerse con el 70 % del capital de Abenewco 1 con una inyección de 200 millones, y los 300 millones solicitados en avales de la aseguradora pública Cesce.