Con el objetivo de mantener velocidades de circulación reducidas a lo largo de ciertas vías de la localidad para evitar accidentes y mejorar la seguridad del tráfico, se han instalado reductores de velocidad de aglomerado asfáltico en dos de las grandes avenidas de la ciudad: la de la Marina y la de la Manzanilla.
Tras el estudio efectuado por la Delegación de Movilidad, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha destinado algo más de 29.000 euros en la instalación de seis reductores, tres en cada uno de los citados viales, y su correspondiente señalización.
La efectividad de este tipo de dispositivos reductores de velocidad reside en el hecho de crear una aceleración vertical en los vehículos al atravesarlos, transmitiendo incomodidad a los conductores y ocupantes cuando se circula a velocidades superiores a las establecidas.
La responsable de la GMU, Lucía Rodríguez (Cs), y el concejal de Participación Ciudadana, Francisco San Nicolás (PSOE), han verificado los trabajos.