El sector del cerco de la provincia de Cádiz, representado por la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz, ha criticado la "mala gestión" del propio sector y la administración en relación a la pesquería de la sardina y el cierre provisional de la pesca de sardina y jurel anunciada el 30 de agosto por el Ministerio de Agricultura.
Esta situación han considerado que "es consecuencia de una mala gestión", tanto del sector "que ha consumido cuota de forma explosiva y excesiva" así como de "la administración, que no evitando este descontrol ha generado este problema".
Asimismo, han destacado que "son los dirigentes del sector, y no los barcos que se dedican a pescar, quienes debían haber puesto los mecanismos necesarios para cumplir lo acordado en las mesas de trabajo".
Por otro lado, han señalado que "es evidente que la pesquería de la sardina no está bien, y de eso no se puede culpar a nadie, que el reparto de posibilidades de pesca, cuando el volumen total es escaso, genera competencia y problemas entre puertos". Sin embargo, "son en estos momentos donde el sector debería trabajar todos a una, ser solidarios y sobre todo, aprender a gestionar lo que se tiene de la mejor forma posible y no caer en la tentación de hacer pesca olímpica como ha sucedido".
Con respecto a la pesquería de la sardina, han indicado que ésta "viene sufriendo en los últimos años, y según los informes científicos de ICES, una situación complicada con un descenso importante de la biomasa capturable", lo que ha supuesto "una disminución de las posibilidades de pesca en aguas ibéricas".
Como consecuencia de esa situación global de la sardina, el ministerio elaboró en 2016 "un plan de gestión para el control y seguimiento, que finalmente se plasmó en una orden ministerial y un reparto de 3.250 toneladas en 2016 y aproximadamente unas 2.800 toneladas en 2017. Toneladas que fueron distribuidas por el propio ministerio por buques y a su vez por puertos de manera que cada unidad de gestión debía ser responsable con el consumo y el control de las posibilidades de pesca que tenía asignada.
En 2016, este Plan de Gestión "no funcionó básicamente por el excesivo consumo de un puerto respecto a los demás, lo que provocó un cierre de la pesquería antes de lo previsto". Así, han señalado que este hecho "fue denunciado por el sector de Cádiz sin que se obtuviera una contestación ni resultado".
En 2017, el Plan de Gestión "tampoco ha funcionado, volviéndose a dar los mismos motivos y con el mismo modus operandi, un puerto consume 500 toneladas más de las que le pertenecen, y la administración competente no actúa contra tal exceso".
Además, han señalado que "si bien es cierto que el ministerio informó en marzo de las posibilidades de pesca de cada puerto y, además pidió un consumo responsable y ajustado, dejando la mayor parte de los kilos disponibles para los meses de verano cuando la sardina coge mayor valor". Pero aún así, "hubo algún puerto que pescó en marzo y abril más de 400-500 toneladas de sardina, que son justo las que ahora hacen falta para cerrar la temporada".
Ahora están a "la espera" de que otra comunidad autónoma "quiera intercambiar alguna cantidad de sardina o jurel por boquerón, que este año sobra cuota porque no aparece y, en este caso, quién tiene que aportar esa cuota para el intercambio debería ser el puerto/flota causante de esta situación".
Desde el sector del cerco de Cádiz, "parado actualmente por la escasez de boquerón y el cierre de la sardina y el jurel", han mostrado "nuevamente" su disconformidad con lo sucedido por segundo año consecutivo y trasladará al inisterio varias peticiones.
Por un lado, y "siendo conscientes de que la gestión pesquera actual precisa de nuevas formas y modelos de gestión, el sector del cerco-Cádiz se pone a trabajar desde ya para avanzar en una gestión sostenible de la pesquería, proponiendo mecanismos de control y solicitando a las administraciones competentes mejorar la gestión actual". En este sentido han solicitado que este sector "sea tenido en cuenta y que se trabaje conjuntamente para buscar soluciones".
Ante la situación sobrevenida, el sector "no entiende cómo se ha permitido estar en la misma situación o peor que en 2016, aún sabiendo mes a mes lo que cada puerto/flota estaba pescando", y ante esto ha solicitado al Ministerio de Agricultura que "se pongan en marcha los mecanismos y cambios normativos para que esto no vuelva a ocurrir el próximo año".
Asimismo, en esta línea se ha solicitado que "se realice un estudio socioeconómico que analice la dependencia del sector de las especies principales en el caladero", es decir, boquerón y sardina, con el fin de disponer "de la mejor información y datos para la futura gestión de la pesquería".
Sobre la situación de la pesquería que describe el informe ICES, el sector cerco-Cádiz ha reiterado en solicitar que debe poner en marcha los trabajos y/o estudios "necesarios para la segregación de la unidad de gestión 'Golfo de Cádiz' actualmente dentro de la zona IXa, considerando que existen elementos diferenciadores y que además, la situación de la pesquería es totalmente diferente".
Ante lo anteriormente expuesto, el sector ha decidido esperar las gestiones que realice el ministerio. Y por otro lado, han indicado que saldrán "a faenar para buscar boquerón u otras especies con las que hacer viable la actividad". Además, "si la situación no lo permite se valorarán otras acciones que permitan a la flota bien poder pescar o bien amarrar con garantías para las empresas y ayudas económicas para el sector".
La Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz integrado por 47 barcos (15 de Sanlúcar de Barrameda y 32 de Barbate), de los 84 que componen la flota del Golfo de Cádiz al completo se ha reunido este martes para valorar, además, la situación que se está viviendo en la pesquería.
A esta reunión han asistido los representantes de la Cofradía de Pescadores de Barbate y la Cofradía de Pescadores de Sanlucar, la Asociación de Armadores de Buques de cerco de Sanlúcar (cerco-pesca), la Asociación Barbateña de Empresarios de la Pesca (Abempe), y las asociaciones de Productores Pesqueros (APP-6 y APP-13), ambas de Barbate. Han señalado que estas organizaciones representan más del 50 por ciento de la flota y más del 50 por ciento de las posibilidades de pesca en el cerco del Golfo de Cádiz.
Las organizaciones presentes en la reunión han creado un grupo de trabajo para ir valorando la situación día a día y tomar una postura conjunta, "ya que está en juego los intereses socioeconómicos de muchas empresas y pescadores de la provincia".