La Asamblea Ciclista Bahía de Cádiz (ACBC) baraja la posibilidad de llevar al Defensor del Pueblo Andaluz y a organismos europeos (al disponer de fondos de Europa) la ejecución de la vía ciclista paralela al tranvía Cádiz-San Fernando-Chiclana, una infraestructura que ha costado 1,8 millones de euros, y que la Delegación Provincial de Fomento presentó la semana pasada como una alternativa sostenible a los desplazamientos a motor con fines laborales.
La realidad dista mucho de ese concepto debido a la enorme cantidad de errores de diseño que presenta, teniendo un carácter más deportivo y de ocio que otra cosa.
Esta obra, ejecutada bajo la dirección del gerente de la Agencia de Obra Pública, Santiago Bobo y como ingeniero autor del proyecto José A. Osuna Martín, contiene un "cúmulo de despropósitos técnicos", entre los que destacan un cambio de trazado del proyecto original, ilógico y en absoluto justificado, que obligará a los ciclistas a realizar casi tres kilómetros de más (ciclistas de la zona sur de San Fernando que quieran desplazarse a Cádiz, y que tendrán que ir primero hasta Bahía Sur, para luego retroceder, o ciclistas de Cádiz que quieran desplazarse hasta Camposoto, por ejemplo). La ACBC ya manifestó al gerente en una reunión del pasado año, su disconformidad con ese nuevo trazado.
También detectan un exceso de invasión del espacio peatonal para crear aceras bici, en lugar de restarle espacio a la calzada, tal y como recomienda el propio Plan Andaluz de la Bicicleta.
Olo rocambolesco de al menos 300.000 euros gastados en dos kilómetros de solería en la calle Real de San Fernando por la que no va ninguna vía ciclista y que se podían haber aprovechado para hacer un auténtico carril bici por alguna avenida paralela.
También se critica el uso de fondos para gastos que no son en realidad una vía ciclista, como la sustitución de farolas en el acceso a Bahía Sur, o la propia calle Real antes mencionada y muchos kilómetros de ciclo-senda, una superficie nada apta para bicicletas urbanas, y que en la práctica restringen su uso a bicicletas de montaña o MTB.
Igualmente se detectan zonas inconexas de la vía ciclista, como el tramo final de la calle Real, a la altura de la Venta Vargas con la zona ferial, o el enlace inexistente con los carriles bicis municipales en la Avenida Poeta Rafael Alberti. Por cierto, aceras bicis municipales que además incumplen sistemáticamente la normativa de accesibilidad y los criterios mínimos de seguridad exigidos para una vía ciclista, con lo que la continuidad de la vía es muy dudosa.
La apuesta por un cambio real hacia una movilidad sostenible pasa por, entre otros objetivos, crear infraestructuras ciclistas de calidad, diseñadas bajo buenos criterios técnicos. "El dinero comunitario se está malgastando en una red ciclista que incumple los criterios mínimos de calidad y que no permite su uso como vía de transporte sino sólo como algo deportivo o de ocio".
La organización considera que las administraciones deberían consultar y tener más en cuenta a los colectivos ciclistas, que están demostrando mayor capacidad y criterio que los técnicos que tienen a cargo estos proyectos.
La ACBC irá publicando progresivamente en su web,
www.cadizenbici.org, todos los detalles de los errores que se han cometido en esta obra, estando ya publicada la primera parte.