Han pasado tres meses desde que el Ayuntamiento diese a conocer que se había iniciado por parte del área municipal de Sostenibilidad Ambiental el inicio del expediente de la resolución del contrato con Urbaser, actual concesionaria del servicio de recogida de residuos urbanos y la limpieza, por los numerosos incumplimientos contractuales.

Se contabilizaron 22 hasta diciembre del año pasado, y la gota que colmó el vaso fue el lamentable estado que presentaban las calles varios días después del servicio especial de recogida con motivo de los Reyes Magos, con contenedores hasta los bordes durante prácticamente una semana después de la jornada festiva.

Pues bien, tres meses más tarde y después de muchos dimes y diretes sobre si era un farol o realmente lo que buscaba el Gobierno era apretar las tuercas a la empresa, el alcalde, José Loaiza, ha anunciado que la apuesta de rescisión va en serio y que, incluso, los técnicos municipales ya están elaborando una nueva plica para sacar a concurso el servicio.

Un puerta entreabierta

Eso sí, tampoco cerró de par en par las puertas y dejó abierta una pequeña rendija por la que se podría colar la actual concesionaria. Pero para ello que se vaya preparando porque tendrá que ofrecer el oro y el moro para que el Ayuntamiento dé un paso atrás en su pretensión inicial de rescindir la concesión del servicio y sacarlo de nuevo a concurso.

Todo puede quedar aclarado en el plazo de los próximos días, puesto que los directivos de la actual concesionaria han solicitado una reunión a Loaiza para intentar frenar el expediente de resolución. En principio el propio alcalde afirmaba que dicho encuentro se producirá a lo largo de la próxima semana.

Ahora bien, si finalmente el PP da marcha atrás pondría claramente en la picota a su actual socio de gobierno (PA), que fue el que dio el paso para, a la vista de los diferentes incumplimiento contractuales que observó en el servicio, rescindir el contrato con la mercantil.

Por lo tanto, todo apunta a que en breve se vivirá un nuevo capítulo con la problemática del servicio de recogida de basura y la limpieza de las calles, aunque Loaiza, en un primer momento, parece convencido de que no habrá marcha atrás en la decisión tomada en enero.