La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de San Fernando regresó el miércoles tras participar en la romería del Rocío. Una romería muy especial por el centenario de la coronación de la Virgen del Rocío y por el año jubilar, además de que este año coincide con la visita que cada 7 años realiza la Virgen del Rocío a Almonte y es una cita en la que ya piensan los romeros isleños, como es su participación en el traslado de la Virgen del Rocío el próximo lunes 19 de agosto a Almonte.
El lunes 19 de agosto por la tarde saldrá la virgen nuevamente en procesión por las calles de la aldea del Rocio, como cada 7 años. Alrededor de las 20:00 horas de la tarde la Virgen enfila el camino de los Llanos. Recorre todo el camino durante toda la madrugada y sobre las 06:00 horas la Virgen llega al Chaparral. Cuando sale al primer rayo del sol (aunque sigue estando todo oscuro), las camaristas de la Virgen le quitarán el pañito de su cara. Entonces, sobre las 7 u 8 de la mañana, empieza de nuevo la procesión hasta la Parroquia de la Asunción de Almonte. La llegada a Almonte suele ser sobre las 10 u 11 de mañana. Las horas son aproximadas, debido a las paradas se que hacen durante la noche, y ese momento es el que no se quieren perder los rocieros isleños, después de participar en la romería 2019.
Este pasado miércoles fue el último día de Romería.Tras el almuerzo junto al Palacio de Marismillas, la hermandad de San Fernando acudió al embarque en la playa de Malandar para poder cruzar el río Guadalquivir en torno a las 15.30 horas y llegar a Sanlúcar de Barrameda. Allí, la carreta fue colocada en patines y comenzó el regreso por carretera con llegada al recinto ferial de San Fernando en torno a las 20.50 horas, con cierto retraso sobre lo previsto. Allí fue donde se montó la comitiva que se dirigió a la iglesia de la Sagrada Familia, donde tuvieron lugar los últimos cantes al Simpecado.
En esta ocasión los romeros isleños no fueron recibidos por el párroco y director espiritual. De hecho, al terminar la misa, la parroquia se cerró y tuvieron que ser cofrades del Gran Poder quienes abrieran la puerta del templo para que el Simpecado pudiera volver a su altar de diario en el templo.
Finalizó así la 13 romería en la que el Simpecado isleño ha estado presente en la aldea.