Ni la subida generalizada de las materias primas ni sus derivadas acciones de protesta en algunos sectores, como el del transporte, ha tenido un gran impacto en el empleo local según se deduce de los últimos datos de paro publicados este lunes.
Ronda acabó el mes de marzo con 3.288 parados, es decir, con 46 desempleados menos respecto a febrero. Esta cifra se queda muy lejos de los más de 4.000 que se contabilizaron en la misma mensualidad en los años de la pandemia, siendo incluso menor que la de marzo de 2019, cuando se alcanzaron los 3.337. Habría que remontarse al año 2008 para encontrar una cifra menor (entonces fueron 2.805).
La demanda de empleo también descendió más de un centenar, situándose en 4.430.
Lo que no cambia y continúa siendo preocupante es la desigualdad de género. Del total de personas desempleadas, 2.015 son mujeres (742 féminas más que hombres). La diferencia también queda señalada en las demandas de empleo, donde ellas, 2.779, son mayoría.
Respecto al número de contrataciones, en marzo se han firmado un total de 984 nuevos contratos, 177 más que en febrero, y 255 más que en marzo del pasado año. Eso sí, la temporalidad sigue imponiéndose en la ciudad ya que sólo 288 fueron de carácter indefinido.
Si volvemos a poner el foco en la desigualdad de género, destaca que se contrataron a más mujeres (516) que a hombres (468). Sin embargo, los puestos fijos se repartieron a partes iguales entre hombres y mujeres, por lo que, una vez más, la temporalidad les ha afectado más a ellas que a ellos.
En cuanto a la creación de empleo por sectores, los servicios, con 659, siguen siendo los que mayores contratos han generado. Le sigue la construcción, con 149, y la agricultura, con 140. Muy lejos queda la industria con 38 contrataciones, de las que sólo 7 fueron indefinidas.
