La Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista, es tradicionalmente en Vejer de la frontera la cofradía por excelencia de la Semana Santa. Parece ser que sus orígenes se remontan a inicios del siglo XVII, por ser en estas fechas cuando aparecen los primeros documentos que se refieren a ella. De este modo, se puede decir que es la segunda en orden de antigüedad de las aún existentes, siendo la más primitiva la de Nuestra Señora de la Oliva Coronada, documentada a finales del siglo XV. Sobre su fundación exacta no se conservan documentos debido, en parte, al saqueo y destrucción del archivo parroquial en los inicios de la Guerra Civil Española de 1936, pero gracias a varios legajos de la sección de Protocolos del Archivo Histórico Provincial de Cádiz y algunos documentos del Archivo Diocesano de Cádiz, se han podido fijar datos sobre sus inicios.
Uno de los documentos primordiales para la cofradía y además en el que se basa la efeméride que en este año celebra, es el contrato de encargo de la hechura de la imagen, correspondiente al año 1624 y el cual analizaremos posteriormente. En el mismo se puede leer que la cofradía de Jesús Nazareno se hallaba entonces en el convento de mercedarios de esta villa. Teniendo en cuenta que la comunidad de Mercedarios Descalzos se instala en Vejer por deseo del Duque de Medina Sidonia en 1620, en varias casas contiguas a la antigua ermita de Santa Catalina, y que la Iglesia y Convento de la Merced se inauguraría en 1646, podemos decir que la cofradía nace con esta nueva orden religiosa, aún antes de que se hubiera colocado ni siquiera la primera piedra del dicho convento, que tuvo lugar en 1633. Otro de los documentos que han podido tratarse para saber más sobre esta corporación es la adquisición de dos sepulturas en dicho convento en 1661, en la capilla del Nazareno, por parte de su hermano mayor, Miguel de Morales Pocasangre. En una de las cláusulas de este escrito, puede leerse literalmente: "...en una de las capillas de la Iglesia, está la imagen de Jesús Nazareno, que con voluntad de este convento y desde los principios de su fundación fue trasladada por su cofradía desde la Iglesia del Señor San Juan de Letrán donde estaba..."; por lo que podemos afirmar que esta hermandad tuvo su sede en la extinta Iglesia de San Juan de Letrán, lugar donde actualmente se encuentra el Salón de Plenos del Excelentísimo Ayuntamiento y locales contiguos, conocidos popularmente como "Los Comedores".
Este convento será la sede de la Hermandad hasta su clausura a inicios del siglo XIX, debido a las pertinentes desamortizaciones que lo llevaron a su cierre definitivo y desalojo de imágenes. Prueba de ello es la constancia en los inventarios de 1821 y 1835, de las imágenes y ajuar de la cofradía en dicha iglesia. Hay que destacar el cariño que profesó la Orden Mercedaria a esta cofradía, cuidando con el máximo celo a su titular. Muestra de ello es la donación, en el año 1788, por parte del padre comendador mercedario Fray Cristóbal de Nuestra Señora de la Consolación, de una túnica bordada en oro, adquirida en Cádiz, y que aún procesiona cada Jueves Santo. Tras el cierre de este lugar de culto, la cofradía se instala en una de las capillas de la antigua Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, hoy sede de la Peña Flamenca “Aguilar de Vejer”. En ella radica durante varias décadas y es donde constituye sus primeros estatutos, reglados por el obispo Félix María de Arriete y Llano en 1864. Estará en dicha sede hasta la reapertura del Convento de la Merced a inicios del siglo XX, gracias al tesón del padre Francisco de Paula Fernández-Caro y Pareja, que tras comprar los restos del edificio y remozarlo, pediría a la hermandad regresar a su sede de origen. Desde este lugar, cada tercer viernes de cuaresma, partía a modo de traslado la sagrada imagen de Jesús Nazareno a la Parroquia del Divino Salvador, con el fin de recibir culto y procesionar en la madrugada del Jueves Santo. Estos traslados cesaron en el año 1969, cuando la hermandad decidió establecerse en la iglesia parroquial, siendo párroco José Vizo Méndez, en la antigua capilla de San Bartolomé o "de la Familia Amaya”.
Volviendo al documento de encargo de hechura de la excelsa imagen del Nazareno, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz, en el protocolo de Alonso Gómez Cueto del año 1624, extraemos sus datos fundamentales para entender porqué en este año 2025 cumple la talla de Jesús cuatro siglos de historia. En él, el dorador Diego Rodríguez Quijada, se obliga con la Cofradía de Jesús Nazareno, representada por su hermano mayor Juan de Mesa y su mayordomo Pedro González, a traer desde la ciudad de Sevilla una imagen tallada en madera de cedro, de ocho cuartas de alto, con peana, y su cruz hueca, que represente a Jesús cargando con la cruz. Debía llegar a la villa el próximo Miércoles de Ceniza de 1625, ya que se usará “para la procesión que se hace en los Viernes de la Semana Santa”. El mismo Diego Rodríguez se encargaría de policromarlo y encarnarlo, por lo que cobraría la cantidad de 80 ducados en total. En el siglo XVIII, esta imagen es desmochada para ser vestida de manera más cómoda y pierde la cabellera tallada, ya que comienza a usar peluca de cabello natural, al gusto de la época. En 1998, fue protagonista de una magnífica restauración en Sevilla, que afianzó algunas de las deficiencias que poseía.
Aunque en el documento no se cite el autor del modelado y talla del Cristo, son numerosos los historiadores del arte que lo encasillan en la producción del escultor cordobés, afincado en Sevilla, Juan de Mesa y Velasco, el cual posee otras imágenes documentadas que son de su misma impronta y calidad artística.
Con motivo de estos cuatrocientos años de la concepción de la imagen, la cofradía ha elaborado un programa de actos para la celebración de dicha efeméride, donde habrá exposiciones, cultos internos y salidas extraordinarias.