La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado continuar con la lactancia durante la infección por COVID-19 y también después de la vacunación, instando tanto a las embarazadas como a las lactantes a "vacunarse contra la COVID-19 cuando les toque, de acuerdo con los planes nacionales de vacunación".
"La lactancia materna tiene muchas ventajas para la madre y el niño y no es necesario interrumpirla durante la infección ni tras la vacunación de la madre. El virus que causa la COVID-19 no se ha detectado en la leche materna, según un número limitado de estudios realizados hasta la fecha, lo que indica que es seguro seguir dando el pecho, tomando las precauciones recomendadas, incluso si la madre desarrolla la COVID-19", explican en un comunicado con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
Además, resaltan que, según las pruebas disponibles hasta ahora y el conocimiento de cómo funcionan las vacunas contra la COVID-19, vacunar a una madre lactante para protegerla de la COVID-19 "no supone ningún riesgo para su hijo". "Las madres lactantes que han recibido la vacuna contra la COVID-19 tienen anticuerpos en su leche, que podrían incluso ayudar a proteger a sus bebés de la infección por el virus", añaden al respecto.
Las tasas de lactancia materna exclusiva en Europa son las más bajas de todas las regiones de la OMS, ya que solo el 13 por ciento de los bebés son alimentados exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses. Mientras tanto, solo un tercio de la población adulta en Europa ha completado su dosis de vacunación contra la COVID-19, mientras la variante Delta se vuelve dominante y los casos de COVID-19 superan los 60 millones.
"Como madre que ha amamantado a mis tres hijos, sé de primera mano que la leche materna es una de las mejores fuentes de nutrición para los bebés, incluidos aquellos cuyas madres tienen una infección confirmada o sospechosa por COVID-19. Siempre que una madre infectada tome las precauciones adecuadas, puede amamantar a su bebé. La leche materna contiene anticuerpos y otros beneficios inmunológicos que pueden ayudar a proteger contra las enfermedades respiratorias. Los beneficios de la lactancia materna y el fomento de la interacción entre la madre y el bebé para prevenir infecciones y promover la salud y el desarrollo son especialmente importantes cuando los servicios de salud y otros servicios comunitarios están interrumpidos o limitados a causa de la pandemia", ha comentado la directora de Políticas y Sistemas de Salud en los Países de la OMS/Europa, Natasha Azzopardi Muscat.
La recomendación actual de la OMS es que las mujeres con COVID-19 pueden amamantar si lo desean, pero deben tomar precauciones, entre ellas el uso de una mascarilla; lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos antes y después de tocar al bebé; o limpiar y desinfectar las superficies que han tocado.