La policía turca inició este martes una operación, ordenada por la Fiscalía de Esmirna, para detener a 84 militares por supuesta pertenencia a la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el Gobierno acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado de 2016.
La operación se extiende a 46 de las 81 provincias del país, según informó la agencia semipública Anadolu.
Entre los sospechosos hay 3 capitanes, 6 tenientes, 34 suboficiales y 4 sargentos.
Tras la fallida asonada, cuyos máximos dirigentes militares nunca han confesado públicamente su adhesión a Gülen, el Gobierno turco del presidente, Recep Tayyip Erdogan, llevó a cabo amplias purgas en la administración pública y el sector educativo, con más de 100.000 detenciones y el despido de más de 130.000 funcionarios.
Unas 50.000 personas, la inmensa mayoría civiles, pasaron a prisión preventiva.
El pasado miércoles, un tribunal de Ankara condenó a cadena perpetua a 38 ex altos mandos del Ejércitos turco, en uno de los últimos macrojuicios del alzamiento militar.