El Gobierno de Nueva Zelanda reconoce fallos previos al ataque supremacista de 2019

Publicado: 08/12/2020
Tarrant pudo planificar durante 18 meses la matanza, adquirir las armas y municiones, así como publicar un ideario extremista en las redes sociales
El Gobierno de Nueva Zelanda reconoció este martes que se cometieron fallos antes del atentado supremacista de 2019 contra dos mezquitas en el que murieron 51 personas, tras la presentación de un exhaustivo informe de una comisión especial sobre la matanza.

El informe precisa que las autoridades estaban centradas "casi exclusivamente" en el terrorismo islámico cuando el australiano Brenton Tarrant cometió el ataque con armas semiautomáticas y de estilo militar y además retransmitió en las redes sociales en directo parte de este atentado en el que también hirió a 40 personas.

"Nada en este informe o que haya pasado en los tribunales, ni lo que hayamos hecho o haremos en el Parlamento devolverá lo que se quitó ese día, pero espero que cada uno de esos pasos nos acerque más cerca a la justicia y el cambio", dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, quien pronunció en árabe "la paz esté contigo".

MIRADA CASI EXCLUSIVA AL TERRORISMO ISLÁMICO

El informe de 792 páginas explica que Tarrant, un supremacista de ideario islamófobo, envió un correo electrónico al Parlamento neozelandés ocho minutos antes de iniciar el ataque el 15 de marzo de 2019 en un momento en que había una "inapropiada concentración" de recursos en la lucha contra el terrorismo islámico.

"La Comisión Real no encontró fallo en ningún organismo gubernamental que hubiera permitido detectar la planificación y la preparación por parte del autor del ataque", remarcó Ardern en el Parlamento, donde se presentó hoy el informe.

Sin embargo, "hubo fallos de todas maneras y por eso me disculpo", agregó la mandataria, que ha sido elogiada por su empatía y gestión tras el ataque, ocurrido a plena luz del día de un viernes cuando los musulmanes acostumbrar a ir a las mezquitas a orar.

Antes de la tragedia en la apacible ciudad de Christchurch, Tarrant pudo planificar durante 18 meses la matanza, adquirir las armas y municiones, así como publicar un ideario extremista en las redes sociales.

La comisión apuntó que la Policía neozelandesa no cumplió con los estándares para emitir las licencias de armas ni supo valorar adecuadamente el hecho de que un conocido de Tarrant "sabía de sus puntos de vista racistas e islamófobos".

Por este fallo, el jefe de la Policía, Andrew Coster, pidió "disculpas sin reservas", al admitir que "pudo hacer más" para evaluar si Tarrant estaba en condiciones de portar armas de fuego.

AISLADO Y VINCULADO A LA EXTREMA DERECHA

Tarrant, un entrenador personal que había migrado a Nueva Zelanda en 2017, usó durante todo ese tiempo esteroides anabólicos y testosterona para aumentar su masa muscular, al tiempo que evitaba los contactos sociales, aunque realizó tres viajes a Australia o países como Rumania, Polonia o Estonia.

El informe también indica que el australiano de 30 años, que fue condenado en agosto pasado en Nueva Zelanda a cadena perpetua sin derecho a fianza, se inspiró en Anders Breivik, autor de los atentados en Noruega de 2011, que mató a 77 personas y dejó heridas a otras cien.

El texto también precisa que este ataque le costó a Tarrant unos 60.000 dólares neozelandeses (42.183 dólares estadounidenses o 34.828 euros), quien además hizo donaciones a organizaciones de extrema derecha y visitaba la página de Facebook del grupo supremacista "The Lads Society".

"Lo que más destacó (el informe) fue la declaración del terrorista de que 'no era un comentarista frecuente en los sitios de extrema derecha y que YouTube era una fuente importante de información e inspiración para él'", comentó la primera ministra, quien expresó la intención de abordar este asunto con los ejecutivos de la plataforma propiedad de Google.

REACCIÓN DE LOS MUSULMANES

Los líderes musulmanes de la región de Canterbury, a la que pertenece Christchurch, se reunieron este martes en la mezquita Al Noor, que fue con la de Linwood blanco del supremacista, en medio de sentimientos encontrados frente al informe.

"Está claro que como país tenemos mucho trabajo que hacer", dijo el secretario general de la mezquita de Linwood, Faisal Sayed, en declaraciones recogidas por el portal Stuff, mientras que el imán de Al Noor, Gamal Founda, abogó por las libertades religiosas.

"(La tragedia) ha mostrado al mundo lo mejor de quienes somos y lo que podemos ser", indicó el líder musulmán, al subrayar que se necesitará tiempo y colaboración para implementar las recomendaciones.

Pero Temel Atacogu, quien recibió nueve disparos en Al Noor, señaló a Stuff que las autoridades pudieron haber detenido al atacante cuando se desplazaba de una mezquita a otra durante el ataque, pero no lo hicieron.

“Quiero que se responsabilice a la Policía, las agencias de inteligencia, los ministros de Justicia, al Gobierno y a la primera ministra", reclamó Atacogu.

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