La policía turca inició este martes varias operaciones para detener a 351 personas, en su mayoría militares y funcionarios, por sospechas de pertenecer a la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el Gobierno turco acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado en 2016.
En un primer operativo, el fiscal jefe de Esmirna ordenó la detención de 304 personas, la mayoría funcionarios del ministerio de Defensa y miembros del Ejército.
Entre los detenidos se encuentran cinco coroneles, un teniente coronel, diez capitanes, 53 tenientes y siete sargentos.
Un tribunal de Esmirna también ordenó la destitución de 704 militares para ser investigados por supuestos vínculos gülenistas.
En otra operación, el fiscal jefe de Ankara ordenó la detención de 47 funcionarios del Ministerio de Salud por supuestos vínculos gülenistas.
Hace dos semanas un tribunal de Ankara condenó a cadena perpetua a 333 militares y cuatro civiles por su participación en la asonada.
Tras el fallido golpe de Estado, cuyos máximos dirigentes militares nunca han confesado públicamente su adhesión a Gülen, el Gobierno turco lanzó amplias purgas en la Administración y el sector educativo, despidiendo a más de 130.000 empleados y deteniendo a más de 100.000 personas.
Alrededor de 50.000 personas, la inmensa mayoría civiles, pasaron a prisión preventiva, de las que 28.000 estaban encarceladas el año pasado.