Miles de personas secundaron ayer en San Sebastián la manifestación contra las detenciones de dirigentes de la izquierda abertzale, una convocatoria hecha por los sindicatos nacionalistas, que ven en esta masiva respuesta el deseo de la sociedad vasca de no permanecer “pasiva” ante el “bloqueo que quiere imponer el Estado”.
La operación que ha llevado a la cárcel a cinco de los diez detenidos, entre ellos Arnaldo Otegi y el ex secretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga, ha concitado el rechazo de todo el arco político nacionalista, incluido el PNV, que ha respaldado la marcha con la asistencia de tres pesos pesados, Andoni Ortuzar, Joseba Egibar e Iñaki Gerenabarrena, máximos responsables del partido en Vizcaya, Guipúzcoa y Álava.
José Luis Moreno y Rufino Etxeberria, dos de los arrestados por participar supuestamente en la reconstrucción de Batasuna que el pasado viernes fueron puestos en libertad, también se encontraban entre los asistentes.
Asimismo, acudieron varios responsables de la plana mayor de EA, desde su secretario general, Peio Urizar, a su único parlamentario, Jesús María Larrazabal; y dirigentes de Aralar como Aintzane Ezenarro y Mikel Basabe.
Hamaikabat, el partido surgido de la escisión de Eusko Alkartasuna, ha enviado a los miembros de su grupo promotor Félix Arrieta e Izaskun Trabudua, y Ezker Batua al dirigente guipuzcoano Antxon Karrera y a la juntera Arantza González.
La marcha ha partido del túnel del barrio del Antiguo, lugar elegido tradicionalmente por la izquierda abertzale para el arranque de sus grandes manifestaciones, y la encabezaron miembros de los sindicatos convocantes, ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e HIRU.
Entre ellos, Ainhoa Etxaide, la secretaria general de la central que Rafael Díez Usabiaga dirigió hasta hace año y medio, y que junto a sus compañeros portaba la pancarta con el lema en euskera de la manifestación: “A favor de la libertad, todos los derechos para todas las personas”.
Cientos de personas se agolpaban a lo largo del Paseo de la Concha antes del comienzo de la protesta, durante la cual se repitieron fundamentalmente consignas que pedían la libertad de los detenidos y otras a favor de la independencia.
Ya al final, apenas en dos o tres ocasiones, algunos manifestantes corearon una frase habitual en las protestas de la izquierda abertzale de los últimos años: “PNV, español”.
Etxaide reclamaba al comienzo de la marcha “el protagonismo” de la sociedad vasca y, en su discurso final, antes de dar por cerrado el acto con La Internacional y el Eusko Gudariak, agradecía el gran respaldo recibido y exigía la derogación de la Ley de Partidos por ser “un genocidio político en toda regla”.
La dirigente de LAB leyó junto al secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, el mismo texto que hicieron público el pasado jueves cuando convocaron la manifestación, en el que destacan que las detenciones ordenadas por el juez Baltasar Garzón buscan “eliminar una opción política y social”.
Esa misma opinión la expresó también ante los medios de comunicación la abogada Jone Goirizelaia, quien recordó que los cinco detenidos contra los que Garzón ha decretado prisión se encuentran desde el viernes-noche en la cárcel de Soto del Real.
Goirizelaia felicitó “a los ciudadanos de Euskal Herria” por “haberse hecho uno” en esta convocatoria en contra de las detenciones que, “a la vista de la resolución judicial y lo dicho por Rubalcaba”, dejan “muy claro”, en su opinión, “la estrategia de boicot del PSOE”.