Acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón, y del titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Zapatero visitó a los cascos azules que trabajan en la base Miguel de Cervantes de Marjayún, en el sur del Líbano, en el marco de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (Finul).
Fue la última escala de su gira por Oriente Medio y tuvo lugar pocos meses antes de que España, en febrero, asuma el mando de la Finul.
Antes de compartir un vino español, Zapatero se dirigió a los soldados y se mostró convencido de que sabrán estar “a la altura de esa responsabilidad” para garantizar un futuro de paz y estabilidad en el sur de Líbano.
Se trata, dijo, de una región “clave”, una de las áreas más necesitadas de seguridad del mundo.
“Quedará siempre en nuestra memoria el servicio al Ejercito, a España y a la paz, porque aquí se esta ganando la seguridad, la estabilidad y ésa es la garantía de un futuro de prosperidad”, manifestó el presidente del Gobierno español.
Tras elogiar la profesionalidad y el rigor de los soldados, tuvo un “recuerdo emocionado” para los militares fallecidos en acto de servicio.