El chavismo tiño este sábado de rojo las calles de Caracas en respaldo a la decisión del gobernante venezolano, Nicolás Maduro, de abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA), mientras que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, respondió a esta movilización con otra, aunque tímida.
Los chavistas caminaron un largo trecho del oeste de la capital venezolana para finalmente concentrarse en los alrededores del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde el canciller Jorge Arreaza defendió durante un encendido discurso la medida de Maduro.
"Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la OEA, estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo soberano de Venezuela", dijo el canciller antes de aseverar que la decisión es "históricamente correcta".
Arreaza también cargó contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien calificó como "sicario", al tiempo que aseveró que toda Venezuela se movilizó este sábado "en defensa de su independencia, de su soberanía (y) de su Constitución", aunque las manifestaciones se celebraron en Caracas.
El Gobierno de Nicolás Maduro inició hace dos años el protocolo para abandonar el ente de integración regional, al que el mandatario acusa de injerencia.
Arreaza dijo este sábado que Maduro tomó entonces una "decisión fundamental" para el país, pese a que en el seno de la OEA se reconoce a Gustavo Tarre Briceño -enviado de Guaidó- como representante de Venezuela.
La manifestante chavista Lourdes Campos dijo a Efe que Venezuela "no necesita estar en la OEA", donde, aseguró, el país es tratado como "el patio trasero del imperio", en referencia a Estados Unidos, un fuerte crítico de Maduro.
Asimismo, la pensionista de 69 años señaló que los venezolanos van "para adelante" pese a la acuciante crisis económica y la pésima prestación de los servicios públicos, problemas que achacó a una "guerra no convencional" de potencias extranjeras contra la Administración de Maduro.
En tanto que Guillermo Rada, también seguidor de Maduro, indicó a Efe que el chavismo se lanzó a las calles para rechazar "los ataques del imperialismo" y que abandonar la OEA "es un acto heroico".
"Eso -la OEA- lo maneja es norteamérica y no tenemos ningún beneficio (por permanecer)", añadió el empleado público.
Esta misma jornada, Guaidó, a quien más de 50 países reconocen como presidente interino de Venezuela, presidió una tímida concentración con simpatizantes -en el este de Caracas- a los que pidió estar listos para movilizarse el próximo martes.
Además, denunció que todo su entorno está siendo perseguido por el Gobierno de Maduro, luego de que once de sus colaboradores fueran citados por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
"La dictadura está derrotada, solo le queda la persecución", dijo un disfónico Guaidó durante un acto con cientos de simpatizantes al recordar la reciente detención -denunciada el viernes- del diputado opositor Gilber Caro, quien ya estuvo 17 meses preso entre enero de 2017 y junio de 2018.
"El mismo día salieron, casualmente, once notificaciones a ser investigados por el Sebin, que se presentaran en el Sebin, casualmente todo mi entorno", añadió el líder opositor desde una tarima en el centro de una plaza.
Indicó despues que entre los citados están el asistente de Roberto Marrero, su detenida mano derecha, así como su abogado y otras personas que se emplean en el Parlamento y forman parte de su círculo íntimo.
Según Guaidó, Maduro ordenó estas acciones porque tiene "miedo de cara al primero de mayo", cuando los opositores marcharán en todo el país para reclamar el "cese de la usurpación" que aseguran hace el líder chavista de la Presidencia, así como la instalación de un Gobierno transitorio que convoque a "elecciones libres".
"Es evidente que el régimen (de Maduro) tiene pánico de lo que estamos haciendo", insistió.
Venezuela atraviesa por un momento de elevada tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato que no reconocen la oposición y buena parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó proclamó un Gobierno interino que cuenta con el respaldo de más de 50 países.
Guaidó tomó esta decisión con base en la interpretación que hizo de varios artículos de la Constitución y al asegurar que Maduro "usurpa" la Presidencia, puesto que ganó unos comicios tachados como "fraudulentos" y a los que no se presentó la oposición.