El jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, reconocido por una cincuentena de países como presidente encargado de Venezuela, lideró este martes las protestas de la oposición por el masivo apagón que afectó a la nación sudamericana el pasado jueves, y del cual el chavismo gobernante le hace responsable.
El líder opositor estuvo al frente de manifestaciones en Caracas, recorrió en caravana varias localidades y ofreció breves discursos ante cientos de seguidores, que tomaron las calles atendiendo el llamamiento que él mismo había hecho la víspera.
Guadió reiteró sus acusaciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de acentuar la crisis eléctrica del país por un mal uso de millonarios recursos y por ineptitud en la administración del sector.
Además, aprovechó la ocasión para responder a las acusaciones sobre su presunta participación en un "sabotaje" y "ataque cibernético" a la central hidroeléctrica de Guri, la principal del país y generadora de cerca de 70 % de la energía eléctrica que consume Venezuela.
"Venezuela sabe quién saboteó el país, Venezuela sabe que hace una década decretaron la emergencia eléctrica, que se robaron 100.000 millones de dólares", dijo en referencia al dinero que se ha invertido en el sector en los últimos años.
Esta misma jornada, el fiscal general, Tarek Saab, anunció ante el Supremo que abrió una nueva investigación contra Guaidó, esta vez por la causa en la que se indaga el presunto sabotaje que produjo el apagón.
Saab explicó que este expediente se suma a otro que fue abierto en enero pasado contra Guaidó debido a su autoproclamación como presidente interino, una medida que el opositor tomó con el respaldo del Parlamento y de una cincuentena de países al considerar que Nicolás Maduro usurpa la Presidencia.
El fiscal presentó como un "hecho revelador" un mensaje difundido por Guaidó en su cuenta de Twitter dos horas después de producirse el fallo eléctrico en el que dijo: "Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación".
Insistió en que el apagón, que afectó a casi todo el país, y todavía no se ha resuelto por completo, "forma parte de una escalada cada vez más desesperada por derrocar a un gobierno legítimamente constituido", en alusión al Ejecutivo de Maduro.
"En este momento (Guaidó) aparece como uno de los autores intelectuales de este sabotaje eléctrico y de este llamado prácticamente a una guerra civil en medio de ese apagón eléctrico que vivió la nación venezolana", sostuvo.
El ministro de Información, Jorge Rodríguez, también acusó a Guaidó por la explosión en una subestación local que suministra energía a varias zonas de la región capital de Venezuela, incluido el estado de Vargas, del cuál es natural el legislador opositor.
Según Rodríguez, una de estas termoeléctricas, la de Tacoa, sufrió una explosión después de que le "cortaran el suministro de gas".
"Usted es tan psicópata señor Guaidó que usted es diputado por el estado Vargas (...) y usted sabiendo que dejaba mucho más vulnerable a Caracas saboteó la central Tacoa", dijo.
"¿Por qué Tacoa? Porque (...) en la gran Caracas, que es la capital, que viven más de 5 millones de personas, el sistema redunda, es hidroeléctrico y termoeléctrico, si se hubiera dado ese apagón por razones fortuitas accidentales (...) fácilmente la gran Caracas hubiera podido alimentarse de Tacoa", continuó.
Asimismo, Rodríguez dijo que el servicio está restituido "casi en su totalidad", algo que consideró como una "victoria" pese a que pidió a los venezolanos estar atentos porque, aseveró, la "guerra eléctrica" contra el país continúa.
La nación petrolera registra desde hace años fallos eléctricos que se han agudizado a medida que pasa el tiempo, pero el ocurrido el jueves ha sido el más prolongado en la historia de Venezuela.
La crisis se acentuó después de que el 23 de enero el líder del Parlamento, Juan Guaidó, se declaró mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y logró el respaldo de buena parte de los países del continente americano, incluido EE.UU., y de una veintena de naciones europeas.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de seis años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, asegura que el país atraviesa una "emergencia humanitaria compleja" y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.