El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, la disposición de EEUU a prestar apoyo para financiar la deuda del país transalpino durante el próximo año, cuando Italia tratará de colocar en los mercados alrededor de 400.000 millones de euros, según informa el diario 'Il Corriere della Sera'.
Según tres fuentes de alto nivel sin identificar, el periódico señala que durante la visita que Conte realizó a la Casa Blanca hace unas semanas, Trump habría brindado a Italia la ayuda estadounidense para la financiar la deuda pública italiana en 2019.
No obstante, el rotativo añade que Conte no habría precisado en qué consiste exactamente la oferta estadounidense y si tiene alguna posibilidad de materializarse, ya que Washington carece de un fondo de soberano para canalizar sus inversiones y no tiene el poder de coordinar inversiones de fondos o bancos del sector privado.
A medida que se acerca la fecha para la presentación del borrador presupuestario parece aumentar la presión sobre el Gobierno de Italia, particularmente después de confirmarse el éxodo de los inversores internacionales, que se deshicieron en junio de sus bonos italianos a un ritmo récord.
En concreto, los inversores internacionales han acelerado el ritmo de salida de sus carteras de la deuda italiana, que en el pasado mes de junio registró una reducción neta récord de 38.273 millones de euros, superando en un 13,5% el recorte de 33.703 millones del mes anterior, que ya había supuesto entonces la mayor caída mensual recogida por los datos del Banco Central Europeo (BCE).
La incertidumbre respecto a Italia ha provocado que la agencia Moody's decidiera este lunes ampliar el periodo de evaluación con vistas a una potencial bajada del rating 'Baa2' de la deuda a largo plazo del país transalpino, en vigilancia desde el pasado 25 de mayo, con el objetivo de contar con "mejor visibilidad" sobre la dirección de las políticas del nuevo Gobierno.
En este sentido, la agencia se mantiene a la espera de conocer las previsiones macroeconómicas y los planes del Ejecutivo italiano para los tres próximos años, que el Ministerio de Finanzas de Italia tiene previsto remitir al Parlamento no más tarde el próximo 27 de septiembre.
Asimismo, el Gobierno italiano deberá informar a mediados del próximo mes de octubre a la Comisión Europea acerca de las directrices presupuestarias para 2019, mientras que es necesario que los presupuestos sean aprobados antes de final de año.
De hecho, Moody's ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para Italia en 2018 y 2019 ante el menor ímpetu de la economía. De este modo, la calificadora de riesgos prevé que la economía italiana, la tercera mayor de la zona euro, crecerá este año a un ritmo del 1,2%, tres décimas por debajo de su anterior pronóstico, mientras que en 2019 el PIB del país transalpino se expandirá un 1,1% en vez del 1,2% inicialmente proyectado.
La rentabilidad exigida a los bonos italianos a diez años, que despidió 2017 por debajo del 2%, llegó a alcanzar a finales del pasado mes de mayo el 3,388%, relajándose ligeramente a continuación hasta algo por encima del 3% actual, lo que implica un diferencial respecto al 'bund' de unos 270 puntos básicos, frente a unos 150 puntos básicos al finalizar el año pasado.