Para compensar las pérdidas causadas por los aranceles impuestos por Washington sobre las importaciones de acero y aluminio de China
China anunció hoy que está considerando imponer aranceles de hasta 3.000 millones de dólares (2.400 millones de euros) a las importaciones de algunos productos de Estados Unidos para compensar las pérdidas causadas por los aranceles impuestos por Washington sobre las importaciones de acero y aluminio de China.
El Ministerio de Comercio chino informó de estos planes a través de un comunicado en el que también advirtió que contempla emprender medidas legales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), al considerar que estas restricciones impuestas por EEUU interfieren en el orden del comercio internacional.
Las medidas, que también contemplan suspensiones de concesiones arancelarias, se dirigirán a 128 productos estadounidenses, con aranceles del 25 % para productos de aluminio reciclado o de cerdo, y del 15 % para vinos, frutos secos, fruta o tubos de acero.
Estas cargas se aplicarían en dos etapas: en la primera se implementaría el arancel del 15 % a un total de 120 productos por valor de 977 millones de dólares (792 millones de euros), y más tarde otra tarifa más alta del 25 % a otros productos hasta 1.992 millones de dólares (1.615 millones de euros).
El comunicado justificó estas medidas "para equilibrar las pérdidas causadas a los intereses chinos con los aranceles de EEUU sobre las importaciones de acero y el aluminio".
El jueves, el presidente Donald Trump anunció la imposición de nuevos aranceles a China por valor de hasta 60.000 millones de dólares anuales por supuestas afrentas a la propiedad intelectual estadounidense, lo que se suma a los polémicos aranceles del 25 % para las importaciones de acero y del 10 % para las de aluminio.
Pekín aseguró haber intentado sin éxito negociar con Washington para evitar estas limitaciones comerciales, por lo que ahora recurrirá a la OMC para "mantener la estabilidad y la autoridad de las normas comerciales multilaterales con otros miembros" de la organización.
En medio de esta escalada de la tensión que acerca la posibilidad de una guerra comercial entre las dos potencias económicas mundiales, China volvió hoy a insistir en que la cooperación es la única vía para resolver estas fricciones comerciales, y llamó a EEUU al diálogo y a las negociaciones para evitar que se dañen las relaciones bilaterales.
"China no quiere una guerra comercial, pero no tiene miedo a ella. Nos sentimos seguros y capaces de hacer frente a cualquier desafío", añadió el Ministerio de Comercio chino.
Los sucesivos anuncios en Washington y Pekín generaron un efecto muy negativo en los mercados financieros, y en poco más de una hora de sesión la Bolsa de Hong Kong, se desplomaba un 3,11 %, con caídas también considerables en las bolsas de China continental: un 2,68 % en Shanghái y un 2,74 % en Shenzhen.